Infiltró FBI agentes en protestas por justicia racial en Portland

Nueva York.- En las horas posteriores a la toma de posesión del presidente Biden este año, los manifestantes marcharon una vez más por las calles de Portland, Oregon, enviando un mensaje de que poner a un demócrata en la Casa Blanca no resolvería sus problemas con un sistema de vigilancia policial y la riqueza corporativa que ven como fundamentalmente injusta.

“Sin policías, sin cárceles, abolición total”, corearon. Algunos de los activistas, vestidos con el uniforme característico de ropa negra sólida y máscaras que a menudo indican que están dispuestos a causar problemas sin ser fácilmente identificables, rompieron ventanas en la sede local del Partido Demócrata.

El evento, como otros que habían consumido la ciudad desde el asesinato de George Floyd por un oficial de policía en Minneapolis en 2020, incluyó una variedad de anarquistas, antifascistas, comunistas y activistas por la justicia racial. Pero había otros mezclados entre la multitud ese día: agentes vestidos de civil de la Oficina Federal de Investigaciones.

El FBI estableció amplias operaciones de vigilancia dentro del movimiento de protesta de Portland, según documentos obtenidos por The New York Times y funcionarios federales actuales y anteriores, con agentes parados hombro con hombro con activistas, siguiendo a los sospechosos de vandalismo para guiar a la policía local hacia los arrestos y filmando furtivamente el interior de uno de los movimientos de protesta nacionales más activos del país.

La amplia participación del FBI en Portland y otras ciudades donde se desplegaron equipos federales en protestas callejeras, se convirtió en un punto de preocupación para algunos dentro de la oficina y el Departamento de Justicia, quienes estaban preocupados de que pudiera socavar el derecho de la Primera Enmienda a realizar protestas contra el gobierno, según dos funcionarios familiarizados con las discusiones.

A algunos dentro del departamento les preocupaba que los equipos pudieran compararse con las transgresiones del FBI de décadas pasadas, como los proyectos COINTELPRO que buscaban espiar y desarticular a varios grupos activistas en las décadas de 1950 y 1960, según los funcionarios que hablaron bajo condición de anonimato porque no estaban autorizados para discutir el debate.

Hasta ahora no ha habido evidencia de que la oficina haya utilizado equipos de vigilancia similares contra manifestantes de derecha durante el motín del 6 de enero en el Capitolio de Estados Unidos, a pesar de las posibles amenazas de violencia contra el corazón del gobierno federal, aunque el FBI tenía un informante entre la multitud ese día. En ocasiones, la oficina ha utilizado tácticas secretas para interrumpir la violencia de derecha, como los esfuerzos que llevaron a cargos contra hombres acusados de conspirar para secuestrar al gobernador de Michigan.