Enfrenta tirador de Parkland pena de muerte en juicio inusual

Washington.- Siete semanas después de uno de los procedimientos legales estadounidenses más raros, el juicio de un pistolero sobreviviente en un tiroteo en una escuela, otro horrible asesinato en masa en una escuela convulsionó a la nación.

La masacre en Uvalde, Texas, el 24 de mayo, reverberó en una sala del tribunal a más de 2 mil 250 kilómetros millas de distancia, donde los abogados estaban enfrascados en seleccionar a los miembros del jurado para decidir el destino del joven que mató a 17 personas en la escuela secundaria Marjory Stoneman Douglas en Parkland, Florida, hace cuatro años.

Los abogados del atacante instaron al juez a retrasar el juicio. Argumentaron que la ineludible noticia de más escolares asesinados a tiros en las aulas inflamaría a los posibles miembros del jurado y que los tiroteos en Uvalde y en un supermercado en Buffalo, Nueva York, habían provocado una “ola de emoción” a nivel nacional.

Pero el juicio, un asunto complicado y tenso que se había retrasado repetidamente debido a la pandemia de coronavirus, continuó. El lunes, después de casi tres meses de selección del jurado, los abogados están programados para dar declaraciones de apertura, dando inicio a cuatro meses de testimonio para determinar si Nikolas Cruz, de 23 años, quien se declaró culpable en octubre, será sentenciado a muerte o cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.

Un jurado de 12 miembros compuesto por personas que van desde el vicepresidente de un banco hasta un bibliotecario tendrá que decidir: ¿Qué castigo merece un tirador masivo?

Para un país que ha sufrido tantas masacres públicas, la pregunta es inusual. Ningún otro pistolero que disparó fatalmente a tantas personas en un solo ataque en la era moderna ha enfrentado un juicio, según Robert M. Jarvis, profesor de derecho en la Universidad Nova Southeastern en Davie, Florida, quien ha rastreado tales asesinatos. Los otros murieron durante sus ataques, ya sea por suicidio o asesinados por la policía.

“En cierto sentido, estamos en aguas completamente desconocidas”, dijo Jarvis. “Nunca recibes este tipo de juicios, porque el pistolero siempre termina muerto”.

Un juicio similar podría tener lugar en los próximos años. El sospechoso acusado de matar a 23 personas en un Walmart en El Paso, Texas, en 2019, se declaró inocente y está a la espera de juicio. El supremacista blanco que mató a nueve feligreses afroamericanos en Charleston, Carolina del Sur, en 2015, fue condenado a muerte en 2017.

Los abogados de Cruz dijeron que estaba dispuesto a declararse culpable a cambio de cadena perpetua. Pero el fiscal jefe en el condado de Broward en ese momento, Michael J. Satz, un demócrata, dijo que buscaría la pena capital, y el pistolero finalmente se declaró culpable de todos modos. Satz ya no es el fiscal estatal electo, pero sigue siendo el fiscal principal del caso.

Una sentencia de muerte requiere una decisión unánime; si un solo miembro del jurado no está de acuerdo, entonces, según la ley de Florida, el juez tendrá que sentenciar a Cruz a cadena perpetua.

Cruz, un exalumno de Stoneman Douglas High, llegó a la escuela cerca de la hora de salida el 14 de febrero de 2018, armado con un rifle semiautomático comprado legalmente y más de 300 rondas de municiones. Irrumpió en los pasillos del Edificio 12, también conocido como el edificio de primer año, disparando a las aulas y apuntando a los estudiantes que intentaban escapar o esconderse. En poco menos de seis minutos, le quitó la vida a 14 estudiantes y tres profesores.

El juicio de alto perfil, que se espera sea televisado y transmitido en línea, se produce cuando la cantidad de ejecuciones en los Estados Unidos ha disminuido. El pico moderno fue en 1999, cuando 98 prisioneros fueron asesinados. De 2012 a 2021, un promedio de 26 personas fueron ejecutadas cada año, aproximadamente la mitad de las que fueron asesinadas en promedio cada año en los 10 años anteriores.