Buscan seguidores de Trump supervisar los sistemas electorales en EU

Nueva York.— Cuando miles de simpatizantes de Trump se reunieron en Washington el 6 de enero para llevar a cabo el mitin “Detengan el Robo” que dio lugar al motín en el Capitolio de Estados Unidos, uno de ellos era pastor y maestro substituto de Elizabethtown, Pa., Stephen Lindemuth.

Lindemuth viajó con un grupo religioso de Elizabethtown para unirse a la protesta de la certificación de la victoria de Joseph R. Biden. 

En un comentario que fue publicado en Facebook tres días después, se quejó de que “la cobertura de los medios de comunicación se ha enfocado únicamente en el aspecto negativo de los eventos del día”, y agregó que había estado en Washington simplemente para “que la verdad sea escuchada”.

Poco después, anunció su candidatura para ser juez electoral, un puesto local en Pennsylvania que administra los sondeos el Día de la Elección, en la jurisdicción local de Mount Joy Township.

La victoria que logró Lindemuth en noviembre en su conservadora comunidad local es un hito en la política estadounidense: la llegada de la primera generación de activistas políticos quienes, convencidos de la falsa afirmación de Donald J. Trump de que le robaron la elección en el 2020, han empezado a buscar puestos para supervisar los sistemas electorales que ellos creen le robaron a Trump un segundo término.

De acuerdo al sondeo de May Reuters/Ipsos, más del 60 por ciento de los republicanos creen actualmente que la elección del 2020 fue robada.

Esa creencia ha generado una oleada de movilizaciones en las bases y niveles de elite en el partido que tienen puesta la mirada en las futuras elecciones.

En competencias para ocupar puestos estatales y en el condado para tener una directa supervisión de las elecciones, los candidatos republicanos que vienen del movimiento Detengan el Robo están realizando campañas competitivas.