Biden enfrenta retos para frenar violencia armada

Washington.— Joseph R. Biden Jr. declaró con respecto a la masacre de 20 niños en una primaria que “El mundo ha cambiado y está exigiendo que haya acción”.

Eso fue hace casi 10 años.

Cuando otros 19 niños fueron asesinados por un hombre armado en Uvalde, Texas, este martes, Biden, quien actualmente es el presidente, repitió su llamado al gobierno para hacer algo condenando “otra masacre” e insistiendo en que “era el momento de cambiar el dolor en acción”.

Sin embargo, una década después que los republicanos bloquearon la legislación sobre la seguridad en el uso de armas, como respuesta a la masacre en una escuela en Newtown, Connecticut, Biden sigue atrapado entre el deseo de honrar a los muertos comprometiéndose a actuar y la realidad de que no puede cumplir con sus promesas sin el consenso del Congreso.

El presidente dijo este miércoles que visitará Uvalde en los próximos días, señalando que “la idea de que un joven de 18 años pueda entrar a una tienda y comprar un arma diseñada y comercializada para matar, creo que está mal”.

Sin embargo, en unas breves declaraciones, ni siquiera repitió su llamado al Congreso para instituir revisiones de antecedentes de manera universal para la compra de armas de fuego o aprobar la prohibición de armas estilo militar que utilizó el hombre armado de Texas, posturas que usualmente había tomado en el pasado.

Sólo pidió dar lo que él catalogó como un “modesto paso”: votar para aprobar a su nominado que dirigiría el Buró de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos.

“El Senado debería confirmarlo sin demora, sin excusa”, dijo Biden mientras firmaba una orden ejecutiva para reformar a la policía.

Funcionarios de la Casa Blanca dijeron que el presidente no se está haciendo ilusiones de que el Senado aprobará la legislación sobre la seguridad en el uso de armas debido a la continua oposición de los republicanos, quienes argumentan que las restricciones violan los derechos que confiere la Segunda Enmienda y no frenaría los tiroteos como el ocurrido en Texas.

El staff de Biden dijo que existen verdaderos límites sobre el poder ejecutivo que un presidente puede tener, aún en momentos de dolor nacional.

Él no puede prohibir las armas estilo militar ni elevar la edad para comprar un rifle, tales acciones requieren ser aprobadas por el Congreso.