Diario
Associated Press
El secretario de Estado de Estados Unidos, Michael Pompeo, llega a Ucrania esta semana para expresar su apoyo a la nación en conflicto, un mensaje que ha quedado teñido por la última visita de Rudy Giuliani a dicho país en busca de información perjudicial contra Joe Biden y por el juicio político, aún pendiente, del presidente Donald Trump.
Pompeo “reafirmará el apoyo de Estados Unidos a la soberanía e integridad territorial de Ucrania” cuando visite el viernes, dijo el Departamento de Estado al anunciar el viaje que también incluye escalas en Bielorrusia, Kazajstán, Uzbekistán y Chipre, informó Bloomberg.
Pero incluso como el principal diplomático de Estados Unidos, Pompeo puede tener dificultades para convencer a sus homólogos en Kiev de que realmente dirige la política de Ucrania en Estados Unidos después de que accedió a las demandas de Giuliani —y Trump— incluida la expulsión de una embajadora que se resistió los esfuerzos para presionar al nuevo presidente de Ucrania.
La visita de Pompeo lo convertirá en el funcionario administrativo de más alto rango en viajar a Ucrania desde que la llamada de Trump en julio con el presidente Volodymyr Zelenskiy se convirtiera en un debacle de juicio político. Lo que está en juego es si Estados Unidos retuvo la ayuda militar destinada a Ucrania en un intento de imponer presión con el fin de que se investigara a Biden, un potencial oponente en las elecciones del 2020.
Pero Giuliani, el abogado personal de Trump que se reunió con él el 21 de diciembre en Florida, estuvo de regreso en Kiev este mes impulsando la teoría desacreditada —aceptada por el presidente— de que Ucrania, y no Rusia, estaba detrás de la interferencia electoral de Estados Unidos en el 2016.