Diario
The New York Times
Washington.— El Departamento de Justicia y los abogados del ex presidente Donald J. Trump no han podido ponerse de acuerdo este viernes sobre quién puede ser el árbitro independiente para revisar los documentos que el FBI decomisó en el club y residencia de Trump en Florida el mes pasado.
En un documento conjunto que consta de ocho páginas enlistaron más puntos de desacuerdo que de consenso, las dos partes mostraron visiones totalmente divergentes sobre qué hará el árbitro especial y presentaron diferentes candidatos.
El Departamento de Justicia propuso a dos ex jueces federales de la Corte de Distrito: Barbara S. Jones, que fue designada por Clinton al Distrito Sur de Nueva York, quien desempeñó un puesto similar en los casos relacionados con dos abogados personales de Trump, Michael S. Cohen en el 2017 y Rudolph W. Giuliani en el 2021, y Thomas B. Griffith, designado por George W. Bush quien se retiró de la bancada del Distrito Columbia en el 2020.
El equipo legal de Trump propuso dos candidatos: un juez retirado de la Corte Federal de Distrito, Raymond J. Dearie, designado por Reagan al Distrito Este de Nueva York y en una ocasión prestó sus servicios como fiscal federal de alto rango y a Paul Huck Jr., ex subprocurador general en Florida que también fue asesor general de Charlie Crist, quien fue gobernador republicano en ese tiempo.
La juez Aileen M. Cannon, quien ordenó a las partes que presentaran una lista de candidatos calificados para la media noche del viernes, decidirá finalmente quién desempeñará el trabajo. También establecerá una serie de parámetros para la revisión.
El Departamento de Justicia, que busca terminar rápidamente con su investigación sobre el manejo que hizo Trump de documentos gubernamentales, propuso establecer una fecha límite para el 17 de octubre para que el árbitro concluya su trabajo, el equipo de Trump sugirió que se tome 90 días —tres veces más tiempo.
El Departamento también dijo que Trump debe pagar los honorarios del árbitro especial debido a que fue él quien lo solicitó, el equipo de Trump propuso que los contribuyentes se dividan el costo.