Sin control, contaminación en ríos Sacramento y Chuvíscar

Chihuahua— Distintas afectaciones ambientales se perpetran a plena luz del día y sin tregua en los ríos Sacramento y Chuvíscar, sin que alguna autoridad ponga un alto a empresas materialistas o plantas tratadoras que, se han encargado por años, las primeras, de llenar con escombro el lecho del río Sacramento, mientras que las segundas descargan el agua residual en el río Chuvíscar, a lo que se le añade la acción de particulares que tiran sus desperdicios en estos ríos. 

La historia de la ciudad de Chihuahua inicia por el encuentro de estos dos ríos, pues fueron el requisito indispensable para que pudiera surgir una población en esta zona desértica. No obstante, con el paso del tiempo, la acción del hombre y la industria, los ríos se convirtieron en un espectáculo de aguas negras y basura, sobre todo en las zonas más alejadas de la urbe y algunas incluso de difícil acceso. 

Según comentaron los vecinos del Rancho Guadalupe, ubicado sobre la carretera a Aldama y la Avenida Fuerza Aérea, desde hace años que la contaminación del río Chuvíscar en esta ubicación, afectó incluso su vida cotidiana, pues señalan que aunque existía un pozo para la comunidad, este terminó siendo contaminado al igual que el río, donde actualmente se puede apreciar a simple vista la tubería por la que llegan los desechos de aguas negras de la planta tratadora. 

Asimismo, animales muertos como vacas o perros se aprecian en el sitio al que acompañan grandes cantidades de basura, sobre todo llantas, que al adentrarse más por los caminos de terracería del río se incrementan, pues el lecho se convirtió en un basurero clandestino. 

Sobre la otra orilla de la ciudad, donde termina la vialidad Sacramento, el río que da el nombre a la vía está siendo “parchado”, por decenas de camiones que lanzan el escombro y donde también se llega a colar basura. 

Esta acción, según consideraron habitantes del sector, podría derivar en una catástrofe mayor que llegue a afectar a las colonias aledañas, como lo es el fraccionamiento Minerales, pues es evidente que están desapareciendo el río, sin embargo el agua que en época de lluvias lo recorre buscará otro cauce como lo es la propia vialidad. 

No obstante, tanto autoridades como sociedad en general parecen haber aceptado la idea de que estos ríos son ya de aguas negras y basureros, acostumbrados a los olores fétidos no parece que alguna autoridad pretenda poner un alto a estas acciones que ocurren a plena luz del día, denunciaron personas que viven a los alrededores.