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Estado

‘Existe la justicia divina’

Dios nos da nuestro merecido, afirma la madre de Jessica Silva, asesinada por militares tras una manifestación por el agua el 8 de septiembre de 2020

Heriberto Barrientos
El Diario de Chihuahua

jueves, 08 septiembre 2022 | 11:54

| Cruce en Delicias en el que ocurrió el crimen | Funeral de Jessica, hace dos años | La mujer en vida al lado de sus hijos y sus padres

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Chihuahua.– “Existe la justicia divina, sí ha sido muy duro pero Dios nos da nuestro merecido a cada quien, y las personas que participaron en el crimen de mi hija van a pasar por el mismo proceso, se lo puedo asegurar”, expresó Justina Zamarripa Contreras, madre de Jessica Estrella Silva Zamarripa, quien el 8 de septiembre de 2020 murió en Ciudad Delicias mientras participaba en las manifestaciones por la defensa del agua, tras sufrir un ataque por elementos de la Guardia Nacional (GN).

En entrevista exclusiva para El Diario, Justina, de 56 años, conocida por su familia y amigos como “chatita”, narró lo difícil que ha sido para ella y sus familiares superar la muerte de Jessica; además, el 11 de marzo de este año murió también su esposo de un paro cardiaco fulminante.

“Sí duele, duele mucho y ahora que están derramando las presas no he podido ir (rompe en llanto) porque me lastima eso. Estoy contenta, feliz porque vamos a tener agua, pero es difícil para mí acercarme a las presas”, contó.

Después de haber regresado a Meoqui de un viaje que hizo a la Ciudad de México, Justina concedió la entrevista a este medio de comunicación.

–¿Cómo se encuentra a dos años de los hechos trágicos en que murió Jessica, y que aún no ha empezado el juicio de los seis militares presuntos responsables, qué piensa de eso? 

– Nada ha empezado de ese juicio, iban a venir de Derechos Humanos pero hasta ahorita no lo hicieron. Ya han pasado dos años, me siento muy mal, ya sola imagínese, sin esposo, sin hija, tengo a mis nietos –hijos de Jessica– y ha sido muy feo todo esto (rompe en llanto).

–¿Tiene usted más hijos? 

–Sí, tengo un hijo más, mi nuera y los seis nietos, pero se imagina qué difícil ha sido para mí. Yo le decía a mi esposo –don José Silva– que le echara ganas antes de su muerte, pero él me decía ‘tú no sabes cómo me siento’, pero pues ‘yo también sufro’, le decía; insistentemente le recordaba que era hija de los dos.

‘Vamos a echarle ganas, amor, por nuestros nietos que nos quedan’, pero le dio un infarto fulminante. Se me fue de repente.

Ahora que llegué al Zócalo en la Ciudad de México, viera que sentí muchas cosas: lloré, grité y me sentí con fobia. Tenía ganas de ir a México, se me concedió ir, me acompañaron mis nietos y mi nuera. Sí me sentí muy mal.

–¿Cómo está de salud su yerno Jaime Torres (esposo de Jessica)?, ¿se recuperó de las lesiones que le provocaron las balas que le dispararon los militares por la espalda? 

–Pues está igual, mal. Imagínese con todo lo que le pasó, él sí puede caminar, ahorita está internado en un hospital para esquizofrénicos. Resultó muy afectado, pero sigue yendo a sus terapias.

Eso le dio para abajo otra vez, hablé con sus hermanas, gracias a Dios me dicen que se va recuperando poco a poco.

–¿Qué nos puede contar de sus nietos, los hijos de Jessica?, ¿cómo se encuentran ellos actualmente? 

–Betsy va a cumplir ya 20 años, Eduardo cumplió 17 y Esteban cumplió 15 años, ellos son muy estudiosos y trabajadores.

–El hecho de que ya hayan pasado dos años y no haya un juicio sobre los elementos de la Guardia Nacional que participaron en el crimen de su hija, ¿qué le hace pensar del sistema de justicia?

–Yo le voy a ser muy sincera, existe la justicia divina, Dios me tiene en sus manos y esa gente que participó en la muerte de mi hija tarde que temprano van a pasar por el mismo proceso. Se lo puedo asegurar.

Una señora me dijo ‘Chatita, vamos a hacer una misa ahí en la presa para Jessy’, pero yo le dije, ‘mejor ustedes háganla, yo acudo, pero me gana el sentimiento’.

La verdad sí ha sido muy duro, pero Dios nos da nuestro merecido a cada quien.

Mis nietos están grandes, estos dos años han sido para ellos triste pero siguen estudiando, siguen echándole ganas.

Les ofrecieron becas y no les han llegado. Les dijeron que iban a darles despensas y ahora les dicen que no, que están suspendidas las despensas, pero bendito Dios no nos ha faltado y tenemos manos para trabajar.

Mis nietos todos estudian y trabajan, mi hija ‘Jessy’ los preparó para la vida, a veces pienso que ya algo presentía, son muy trabajadores mis nietos, ganan su propio dinero para sostener su estudio.

–¿De dónde toma usted fuerzas para salir adelante? 

–Desde que mi hija falleció, me dice el hijo del medio, Eduardo: ‘abuela, no llores, mira cómo tienes tu cara. Nosotros para eso estamos, para ayudarte y apoyarte’.

Pero cuando están ellos soy muy valiente, río y todo, en mi cuarto es cuando me quiebro, lloro, pero hay que seguir adelante.

Tengo 56 años. Cuando murió mi esposo, querían que fuera a Chihuahua a seguir protestando por lo de mi hija, pero no podía ir, ‘se murió mi esposo y mi hija’, les decía, quizás algunas personas no me entienden porque no han perdido un ser querido, pero me he puesto muy mal.

Les agradezco a quienes piden por mi hija, cuando pasó lo del señor Andrés Valles, en cada módulo pedían por el señor Valles y hasta juntaban dinero. Nosotros ha sido diferente, pero gracias a Dios no nos ha faltado y seguimos trabajando para salir adelante. Es lo que puedo comentarle.

Jueces federales han retrasado juicio, afirman abogados  

Abogados que representan a la familia de Jessica Silva denunciaron ayer a El Diario que al cumplirse este jueves 8 de septiembre dos años de su asesinato en Ciudad Delicias, en el conflicto del agua en la presa La Boquilla, el juicio en contra de los seis elementos de la Guardia Nacional (GN) que fueron detenidos no ha iniciado debido a que el Poder Judicial federal, específicamente los jueces federales, no ha programado fecha para la audiencia inicial.

“Desconocemos por qué los jueces de Distrito están retrasando tanto el juicio”, expresaron los litigantes, quienes subrayaron que aunque se logró una recomendación por parte de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, no hay avances suficientes en la reparación integral a las víctimas ni justicia.

En relación con el proceso jurisdiccional seguido a los elementos de la GN, se ha estado entorpeciendo, aletargado y no hay todavía a la fecha una resolución, dijo el abogado Francisco Sánchez.

“Nosotros vamos a continuar, insistiendo en que se haga justicia, en tratar de empujar el asunto”, aseguró.

Los amparos ya fueron sustanciados y la dilación se debe a la programación de audiencias, señaló.

Los seis elementos permanecen detenidos en la cárcel adscrita a la Tercera Región Militar, con sede en la ciudad de Mazatlán, Sinaloa.

Los imputados por el crimen de Jessica Silva y el ataque a su esposo, Jaime Torres, son el teniente de Infantería José Luis F., el sargento segundo Bernabé L., el cabo conductor Omar A., el cabo Rubén L., la soldado Jaqueline R. y la soldado Nayeli S.

El 26 de octubre de 2020 los seis militares, comisionados el día de los hechos (8 de septiembre) en apoyo de la GN y quienes dispararon al matrimonio en ciudad Delicias, fueron presentados ante el juez de Distrito por los delitos contra la administración de justicia, homicidio calificado y tentativa de homicidio.

Los seis fueron vinculados a proceso penal el 30 de octubre por el asesinato de Jessica Estrella Silva Zamarripa, de 36 años, ataque por el que resultó herido su esposo, Jaime Torres Esquivel; los militares acusados promovieron un amparo en contra de dicha resolución, emitida por el juez de Distrito Javier Antonio Mena Quintana.

Empero, el juez Mena dictó la vinculación a proceso por el delito de homicidio calificado y homicidio en grado de tentativa únicamente al sargento segundo Bernabé L., quien fue el que hizo los disparos por la espalda a la pareja de civiles con su fusil de asalto.

En el caso de los otros cinco coacusados, el teniente de infantería José Luis F., el cabo conductor Omar A., el cabo Rubén L., la soldado Jaqueline R., y la soldado Nayeli S., quedaron también sujetos a proceso penal pero exclusivamente por delitos contra la administración de justicia.

Dentro de la causa penal federal número 231/2020, por los hechos suscitados en la presa La Boquilla, el juzgador impuso el 26 de octubre del 2020 la prisión preventiva a los militares involucrados y autorizó su traslado a la cárcel militar de Mazatlán.

Desde esa fecha, los amparos contra la medida cautelar y la vinculación a proceso retrasaron el inicio del juicio, pero desde hace varios meses que ya no tiene procedimientos jurídicos de defensa pendientes y se desconoce el motivo del retraso del juicio.

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