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Estado

Desequilibrio en acuíferos se agrava

Balance negativo entre recarga y extracción es cada vez mayor

Sandra Rodríguez
El Diario de Juárez

martes, 26 abril 2022 | 11:20

Omar Morales / El Diario de Juárez | El problema de suministro futuro de agua en la ciudad está relacionado más con la calidad que con la cantidad, advierten expertos

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Además de que el más reciente conteo del Gobierno federal arrojó que la cantidad de acuíferos subterráneos con déficit en el estado de Chihuahua aumentó de 30 a 42, en 25 de los que ya lo presentaban el desequilibrio se hizo aún más grave, indica un comparativo.

Sobre el abastecimiento en Ciudad Juárez, Sergio Nevárez, presidente de la Junta Municipal de Agua y Saneamiento (JMAS), informó que los datos en 2022 son de 85.7 por ciento proveniente del acuífero Valle de Juárez (o Bolsón del Hueco) y otro 14.3 por ciento del Conejos-Médanos (Mesilla). 

Respecto a estos mantos, los datos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) indican que ambos son parte de los 42 que están en déficit, pero que en el caso del Valle de Juárez –principal fuente– esta pérdida se aminoró ligeramente, pasando de -86 millones de metros cúbicos (Mm3) reportados en 2018 a -76 Mm3 en septiembre de 2020, siendo uno de los únicos tres en la entidad en los que el problema no se hizo todavía mayor.

El Conejos-Médanos, en cambio, fue uno de los 25 en los que el abatimiento aumentó, al pasar este depósito de -82 Mm3 a -102 Mm3 en el mismo período, aun cuando en lo difundido en el Diario Oficial de la Federación (DOF) de 2015 presentaba saldo positivo, con una disponibilidad de 12.9 Mm3.

En este acuífero el balance negativo se genera, de acuerdo con los datos, debido a que la extracción se disparó, mientras que el Valle de Juárez o Bolsón del Hueco presentó una ligera reducción en el volumen usado, alivio para el manto que se presenta por primera vez en más de una década.

Agudización ‘grave’

De acuerdo con un comparativo hecho por este medio sobre los datos difundidos por la Conagua en los DOF de enero de 2018 y septiembre de 2020, entre los 25 acuíferos en los que el déficit se hizo más grave destaca el Villalba, ubicado en el centro-sur del estado –entre los municipios de Chihuahua, Aquiles Serdán y Rosales–, destinado al uso agrícola y donde el saldo negativo pasó de -9.5 millones de metros cúbicos (Mm3) a -43 Mm3.

También el Laguna de Patos (en Ahumada, de uso agrícola) fue uno de los que registraron marcado deterioro, con una pérdida ante la extracción que pasó de -26.1 a -96.8 Mm3 entre las dos mediciones.

Por volumen destacan las cifras del manto Los Juncos, ubicado entre Camargo, Julimes, Ojinaga, Aldama y Coyame, el que mayor cantidad de agua concesionada presentó en 2020 y donde el déficit de -697.7 Mm3 fue un 48 por ciento mayor que el de 2018.

Los datos muestran que, del total, como ocurrió con el acuífero Valle de Juárez, sólo en otros dos depósitos subterráneos no se incrementaron los niveles de abatimiento sino que presentaron ligeras disminuciones: el Cuauhtémoc, en el municipio del mismo nombre, y el Meoqui-Delicias.

Otros 12 mantos acuíferos, indican los datos oficiales, entraron en saldo negativo en 2020, para sumar 42 del total de 61.

“Sí se considera grave, una situación grave en el estado, por el sobreconcesionamiento que hubo durante muchos años”, dijo Vladimir Castanedo, subdirector técnico de Conagua en Chihuahua.

“Además de todos los aprovechamientos irregulares, que se tiene una idea; por ejemplo es muy fácil detectarlo con una simple imagen satelital, en el mismo Google, por ejemplo en los municipios del norte, de Janos y Ascensión, donde se pueden ver la fronteras agrícolas crecer y crecer y, donde no se está concesionando pero se está extrayendo volumen y nada más por una superficie podemos darnos cuenta de cuánto se está extrayendo”, agregó. 

El déficit aparece brevemente definido en la Norma Oficial Mexicana NOM-011-CONAGUA-2015 –sobre “conservación” del recurso– como “el caso de que la disponibilidad media anual de agua en las cuencas hidrológicas o en los acuíferos resulte negativa”. 

La disponibilidad media anual del recurso, a su vez, es el “volumen medio anual de agua subterránea que puede ser extraído de un acuífero para diversos usos, adicional a la extracción ya concesionada y a la descarga natural comprometida, sin poner en peligro el equilibrio de los ecosistemas”.

Poco tiempo

De acuerdo con Nevárez, el abatimiento de los mantos acuíferos subterráneos en la región “es totalmente grave” debido a que son las únicas fuentes de abastecimiento en la ciudad.

“Nos queda poquito tiempo, porque la única fuente de la ciudad es subterránea; tenemos 200 mililitros promedio de lluvia al año, entonces, no hay de dónde abastecer los acuíferos. Estamos creciendo, calculamos que hay 600 mil usuarios, de los cuales nada más tengo registrados como 480 mil”, dijo el funcionario.

En coincidencia con otras estimaciones, Nevárez mencionó que el problema de suministro futuro de agua en la ciudad está relacionado más con la calidad que con la cantidad. 

“No que se abata por completo, pero va a ser agua que no se va a poder consumir, porque se va a tener que perforar tan profundo que saldrá el agua no apta para consumo humano”, dijo.

El planteamiento coincide con lo expuesto previamente por Oscar Ibáñez, presidente del Consejo de Administración de la Junta Central de Agua y Saneamiento, y por el también investigador académico de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez Jorge Salas Plata.

“Lo que preocupa es que cada vez la calidad del agua disminuye, porque aumenta la cantidad de contaminantes de origen natural, por la geología del acuífero; entonces, aumentan esas concentraciones, y cada vez que se saca el agua hay que potabilizar, entonces eso cuesta más, o se saca de profundidades mayores y eso también cuesta más, por la energía eléctrica, por todo lo demás”, dijo Ibáñez.

“Hay una primera capa, que fue el agua que llegó hace cientos de miles de años, aguas fósiles o prehistóricas, y sobre ese manto llegó el agua más reciente, que es la que estamos consumiendo, que es agua dulce; entonces, a esta agua dulce es a la que se refiere el estudio, que se empieza a agotar (…) Ya estamos explotando esta otra capa de agua salina, de agua fósil”, agregó Salas Plata. 

 

srodriguez@redaccion.diario.com.mx

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