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'The Last of Us': esto dice la ciencia sobre los infectados

Los infectados de la serie están basados en huéspedes de un hongo parasitario capaz de 'zombificarlos', según científicos

Agencia Reforma

jueves, 19 enero 2023 | 17:00

Liane Hentscher / HBO | Escena de la serie

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Ciudad de México.- Los seres infectados que atemorizan a los personajes de la nueva serie de HBO, "The Last of Us", están basados en los huéspedes de un hongo capaz de "zombificarlos", de acuerdo con la Universidad Northeastern.

Según la obra de ficción, en el 2003 una infección micótica (causada por un hongo) se expandió por el mundo, convirtiendo a los seres humanos en títeres con un único objetivo: propagar el parásito hasta la última persona viva por cualquier medio posible.

La serie adapta el videojuego homónimo desarrollado por el estudio Naughty Dog, que tomó como inspiración para sus criaturas a los organismos infectados por hongos del género Cordyceps.

Son hongos parasitarios que liberan esporas para que se adhieran al cuerpo de algún insecto. A lo largo de 24 a 48 horas, el parásito crece dentro del huésped antes de atravesarlo durante las siguientes semanas.

"Comienza a cambiar la neurobiología del huésped, de modo que básicamente lo convierte en un organismo zombi. Significa que este parásito se hace cargo y produce algún tipo de neurotóxinas o neuromoduladores que cambian el comportamiento del huésped", explica Rebeca Rosengaus, profesora de Ciencias Marinas y Ambientales en Northeastern.

El parásito envuelve los músculos de un insecto para afectar sus neuronas motoras y convierte al huésped en un títere o marioneta. En algunos casos, también infecta a plantas.

Comparan infectados con hormigas

David Hughes, entomólogo consultado por Naughty Dog para el videojuego original, ve claras similitudes entre los infectados del universo ficticio con las hormigas carpinteras que ha estudiado.

En la serie, las personas comienzan a tener espasmos, se vuelven muy agresivas y muestran mucha energía al poco tiempo de ser infectadas.

De cierta manera, este comportamiento está basado en la realidad, pues los hongos Cordyceps liberan un compuesto químico que provoca espasmos y convulsiones a los insectos, cuenta Hughes, académico de la Universidad Estatal de Pensilvania (Penn State).

Las hormigas comienzan a ser más antisociales y a alejarse del resto de su colonia, de forma parecida a como los infectados de la serie pierden la habilidad de hablar y, en su lugar, gritan.

Ya que estos insectos están acostumbrados a detectar y matar a pares infectados para apartarlos de la colonia, el parásito recurre a una estrategia para propagarse: obliga a su huésped a clavar sus mandíbulas a una hoja o rama un poco elevada del suelo.

Una vez que devoró viva a la hormiga, el hongo libera sus esporas desde esa altura con la esperanza de que el viento las acerque a su próxima víctima.

¿Podría suceder un caso como el de la serie?

A decir de Hughes, no existen razones para preocuparse sobre un posible brote de infección micótica que "zombifique" a las personas.

Los sistemas motores de las hormigas y de los seres humanos son suficientemente diferentes para que los hongos Cordyceps no puedan dar el salto a las personas.

Si bien Rosengaus y Hughes coinciden en que la idea de un apocalipsis causado por hongos todavía es territorio de la ciencia ficción, las infecciones por estos organismos cada vez son más comunes.

Un artículo publicado en "Nature Microbiology" el año pasado indica que los hongos patógenos causan más de un millón 600 mil muertes al año. La frecuencia y el rango geográfico de las enfermedades por hongos están en aumento debido al calentamiento global y al mayor comercio internacional y viajes, añade Northeastern.

A través de Twitter, Hughes enfatizó la necesidad de resolver la crisis climática. Comentó que aunque ama "The Last of Us", ahora piensa que es un trabajo muy alejado de lo importante que es afrontar el cambio climático.

"Pensaba que los grandes estudios con los que trabajé, como @Naughty_Dog y Plan B ('Guerra Mundial Z'), eran un vehículo para la educación científica. Preferiría que la gente vea a David Attenborough, pero incluso un pedazo de ciencia es mejor que nada, pensaba", escribió.

"Pero ahora veo todo como un ejercicio de distracción. Manteniendo a las personas lejos del verdadero problema que es abordar y resolver la crisis climática".

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