Escaparate

Phoenix y Tucson, las joyas de Arizona

Poner la mirada en un plano de Arizona es hacerlo en uno de los estados con mayor superficie de Estados Unidos y que contiene en su orografía uno de los grandes hitos turísticos: el Gran Cañón.

El Diario de Juárez

martes, 06 diciembre 2022 | 14:17

Poner la mirada en un plano de Arizona es hacerlo en uno de los estados con mayor superficie de Estados Unidos y que contiene en su orografía uno de los grandes hitos turísticos: el Gran Cañón.

Quienes se deciden por buscar un viaje original y diferente por Estados Unidos, desde México tienen como posibilidad este estado que no queda tan lejos de su frontera como otras ciudades más conocidas del país vecino.

En primer lugar, hay que tener en cuenta los requisitos que pedirán en la frontera para poder acceder sin problema a uno de los países donde se toman muy en serio la seguridad. En este caso, bastará con solicitar, si es la primera vez que se pasaría la frontera, cita en el Centro de Atención al Solicitante, donde se tramitaría la visa no inmigrante. Es allí donde las autoridades estadounidenses tomarán los datos biométricos para una ficha que hará que, en siguientes ocasiones, el trámite ya no sea necesario a no ser que alguno de los datos personales haya cambiado.

Un trámite sencillo y ágil que permitirá acceder a Estados Unidos sin problema y empezar un roadtrip que llevará a quien se decida a investigar Arizona a ciudades como Phoenix o Tucson.

Arizona: sin apenas lluvia anual

Si hay algo que destaca en este estado es su aridez. Con apenas lluvia al año, los veranos son de calor extremo y los inviernos suaves, por lo que se convierte en uno de los destinos perfectos para esta época.

De historia muy cercana a la cultura hispana, no solo formó parte de la historia de la conquista de América sino que formó parte del territorio de Alta California, con lo que el visitante hispano es bien recibido siempre.

Hay tres planes en el Estado que no pueden dejar de agendarse.

El primero de ellos pasa por adentrarse por una de las imágenes más conocidas en todo el planeta: el Gran Cañón.

Excavado por el río Colorado durante siglos, esta garganta y sus alrededores forman parte del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco por la riqueza geológica que esconde.

Sus casi 450 kilómetros de longitud han dado cobijo a pueblos desde hace más de 9000 años según se ha podido ir investigando, aunque actualmente están preparados para ofrecer al turismo aventuras en forma de rafting, senderismo o incluso el descenso del Colorado.

Esta maravilla natural merece tiempo para disfrutarse a conciencia y para adentrarse en una historia geológica como pocas.

A partir de ahí, quien busque zona urbana, no puede no ir a la ciudad más poblada del estado: Phoenix.

Aunque es una ciudad aparentemente poco turística, esconde algunos hitos que quien apueste por ella agradecerá. Como no podía ser de otra manera, Phoenix sigue siendo igual de árida que el resto del estado, por lo que uno de los atractivos turísticos que puede visitarse es el Jardín Botánico del Desierto, uno de los más grandes de todo el país y que muestra buena cuenta del estilo de plantas que sobreviven a su clima.

Pero Phoenix también es arte, sobre todo en sus calles. Pasear por ellas y por el barrio de Roosevelt Row es levantar la mirada a pinturas callejeras que hablan de la propia cultura, tradición y de un cruce de nacionalidades que dan ese toque a la ciudad. Pero no solo está el arte en las calles, su museo, el Phoenix Art Museum, hace un recorrido por obras de todo el mundo para que quienes gustan de disfrutar de las pinacotecas, lo hagan.

Puede que su zona financiera no sea de las más espectaculares de Estados Unidos, pero merece un paseo.

De aquí, nada como adentrarse en otra de las ciudades imprescindibles de Arizona: Tucson.

Esta ciudad es historia del oeste en sí misma. Más allá de sus calles y de la naturaleza que la rodea, es el lugar, nunca mejor dicho, de los rodeos. Si se puede, no hay que perder la oportunidad y disfrutar del espectáculo. Sus cadenas montañosas y sus desiertos son claves para que cada año visiten más turistas la ciudad.

De hecho, pocos sitios como este para adentrarse en el Observatorio y descubrir uno de los cielos más limpios de la zona a la hora de mirar las estrellas.

También es escenario de muchas películas y, para visitar el viejo oeste del cine, nada como viajar en el tiempo a través de Old Tucson Studios, donde podrás disfrutar de las cantinas, las calles del viejo oeste donde retarse a un duelo de pistolas o incluso echar un vistazo a las granjas y la forma de vida de una época dorada de la zona.

Sin duda, una oferta turística que puede permitir a quien se decida por adentrarse en Arizona disfrutar de numerosos contrastes y, sobre todo, de poder compaginar no solo planes en ciudad y poblaciones auténticas sino también de una naturaleza que, aunque en su mayoría desértica, tiene una riqueza innegable.

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