Los principales beneficios del póker para la vida cotidiana

A pesar de que durante mucho tiempo se ha considerado un simple juego de azar, hoy en día el póker es uno de los juegos de cartas más populares a nivel internacional. Además de sus características intrínsecas, este mérito se debe también al hecho de que en 2010 la Asociación Internacional de Deportes Mentales ha admitido el póker como deporte mental.

En primer lugar, este extraordinario logro podría brindarle la oportunidad de participar en los Juegos Olímpicos con el Go, el bridge y el ajedrez. Además, no hace más que validar la hipótesis ya difundida según la cual quien se dedica a esta disciplina con cierta constancia se beneficia indudablemente de ella en la cotidianidad. 

A continuación, se profundizará este argumento presentando en detalle las principales ventajas que los jugadores de póker pueden desarrollar a través de esta actividad.

El póker ayuda a...

Aumentar la propia empatía

Aunque este aspecto no es tan importante para quienes prefieren jugar póker online, su relevancia es innegable para los clientes de los casinos en formato tradicional. Al sentarse en una mesa verde, de hecho, es inevitable tener que lidiar no sólo con uno mismo y las cartas de las que se dispone, sino también con un número variable de oponentes.

Esto implica que, a medida que se adquiere experiencia, se aprende cada día más a entender los gestos de los adversarios y a identificarse con ellos. Esta capacidad de empatizar, con el paso del tiempo, también se transfiere a todas las acciones de la vida cotidiana que implican el contacto con otras personas, ya sea en la familia, en una tienda o en el lugar de trabajo.

Respetar los planes

Ya sea que se participe en una partida con los amigos o en un torneo de alto nivel, siempre es aconsejable definir con antelación la estrategia que se entiende adoptar. Por ejemplo, esta puede coincidir con la decisión de jugar siempre con cierta precaución, o nunca exceder el bankroll del que se dispone. 

A pesar de que la emoción y el frenesí del momento a menudo toman el control, quienes logran cumplir con sus programas evitan por lo general derrotas desagradables e ingentes pérdidas económicas. Transferida a la vida cotidiana, la capacidad de ser consistentes puede tener un gran impacto a la hora de iniciar una dieta, inscribirse en un gimnasio para perder unos kilos de más o gestionar mejor las propias finanzas. 

Ser más flexibles

A pesar de que cumplir con los planes que cada uno se ha impuesto es fundamental, a veces durante una partida es necesario afrontar situaciones totalmente imprevistas y fuera del propio alcance. Por ejemplo, este es el caso en que se hayan apostado todas las fichas por tener a disposición un póker de ases, pero un oponente voltee sus cartas y muestre una escalera real.

Como este episodio – aunque improbable – evidencia, además de tanta preparación, cuando se juega también es necesario tener una buena dosis de suerte. En la cotidianidad, con el paso del tiempo, esto enseña a aumentar el propio grado de flexibilidad frente a todo tipo de contingencias, ya se trate de perder el puesto de trabajo o una conexión en el aeropuerto por un retraso inesperado.

Entrenar la memoria

Especialmente cuando se juega a niveles avanzados, cada detalle puede marcar la diferencia. Por ejemplo, durante una partida no es sólo oportuno tener en mente las cartas que han salido, sino también tratar de predecir las acciones y las combinaciones de cartas que los oponentes podrían tener a disposición.  

Por si esto no fuera suficiente, el hecho de que todo esto debe realizarse prácticamente en tiempo real contribuye a aumentar la agilidad del propio cerebro. Cualquiera que desarrolle una habilidad de este tipo sólo podrá beneficiarse ampliamente, puesto que ya no dependerá exclusivamente de un Smartphone o una computadora para llevar a cabo las acciones diarias que implican operaciones de cálculo.

El póker, un maestro de vida

Como se señala en este artículo, es inevitable afirmar que para triunfar en el póker es necesario tener un poco de buena fortuna. No obstante, como todo jugador experimentado sabe, el secreto del éxito es una constante preparación que, acompañada de mucha práctica, contribuye a desarrollar numerosas habilidades. 

Entre ellas, las más importantes son la capacidad de aumentar la propia empatía, respetar los programas que cada uno se ha auto-asignado, volverse más flexibles y mejorar la propia memoria. Como se ha evidenciado, una vez que se hayan alcanzado estos objetivos en la mesa verde, se logrará también desarrollar capacidades fundamentales para abordar de mejor manera los eventos comunes de la vida cotidiana.

Con todas estas ventajas, sólo queda dar los primeros pasos en el fascinante mundo del póker. Independientemente de las ambiciones que se tengan, siempre se termina una partida como un ganador.