Escaparate

¿Nos encaminamos a un nuevo mercado alcista en las materias primas?

Uno de los activos de inversión más seguido por muchos traders e inversores son las materias primas.

El Diario de Juárez

martes, 10 enero 2023 | 12:24

Uno de los activos de inversión más seguido por muchos traders e inversores son las materias primas. Si miramos lo que ha ocurrido a lo largo de 2022, percibimos que los mercados de materias primas han estado dominados por la evolución del dólar estadounidense. 

Sin embargo, esa no parece ser la clave para 2023, pues podría ser la infra inversión. Si miramos desde una perspectiva fundamental, las expectativas para la mayoría de las materias primas son más alcistas de lo que han sido desde que se empezó a hablar del inicio de un super ciclo allá por octubre de 2020.

Por todos los mercados, el rápido repunte de los costes de capital reduce el incentivo de mantener riesgos en inventarios o en papel, distorsionando así los precios. Esto es debido a que los mercados financieros reaccionan antes o más rápido que la economía real, por lo que se crean mercados que -simplemente- no están preparados para un crecimiento secuencial a lo largo de 2023.

En lo que respecta a la inversión en materias primas, precisamente, la palabra clave es inversión, pero inversión en infraestructuras como parte de la respuesta desde el lado de la oferta.  La deflación o caída de los precios se ha producido desde los bancos centrales que buscaban mitigar el efecto de la inflación en la economía drenando capital de los mercados. 

Con esta medida sí es verdad que se reduce la demanda y bajan los precios, pero solo de forma temporal. Lo que realmente reduce los precios de las materias primas es un aumento de la capacidad productiva que no se está ejecutando. 

Para los analistas de una conocida firma de análisis, el rebote de la economía global impulsado por la reapertura de China, la mejora en la eficiencia energética europea y una política monetaria por parte de la Reserva Federal estadounidense menos agresiva darán soporte a las materias primas a lo largo de 2023. 

De hecho, su previsión es de una subida del 43% en 2023 en el índice S&P GSCI TR. No olvidemos que, a pesar de todo lo sucedido a lo largo de 2022, las materias primas van a ser el mejor activo de inversión del año que ahora acaba, con unos retornos cercanos al 23% en el S&P GSI TR y del 42% en 2021.

Así son los super ciclos de las materias primas

Los super ciclos de las materias primas son así: nunca se mueven en una línea recta ascendente, sino en una secuencia de repuntes con cada máximo y mínimo por encima de los anteriores. Hay que saber interpretarlos, pues son un activo que se va ajustando constantemente y el final de un repunte no implica el final del ciclo, pues son movimientos a largo plazo. 

Tanto es así que los expertos repiten que las materias primas son impredecibles a corto plazo, pero resultan predecibles en el largo plazo. El momento y la duración exacta de esos repuntes son muy difíciles de predecir, tal y como ha ocurrido en 2022. Pese a ello, la tendencia a largo plazo es predecible porque la oferta y las tendencias tecnológicas son más persistentes y están presentes para generar otro repunte en 2023. 

Pero lo que resulta más complicado es afirmar si habrá o no un nuevo ciclo de capex o inversiones en el sector en 2023. Este capex precisa de capitales y estos solo llegan cuando se presumen beneficios. Con la caída de las tecnológicas y el repunte de los precios estamos cerca de que se genere este capex. 

La recomendación de muchos analistas para 2023 es rotar la cartera hacia empresas de valor desde las empresas de crecimiento. Y esto implica llevar capital a empresas de energía e industriales desde las tecnológicas, por ejemplo. 

Eso sí, esta rotación tiene que salvar el importante escollo de esa tendencia a invertir en empresas más sostenibles, algo que no siempre es posible dentro del sector de las materias primas. Pese a ello, los economistas siguen percibiendo que 2023 será un buen año para invertir en materias primas.

Para el sector, no obstante, será un año complicado porque atraer ese capex de vuelta tendrá que venir asociado de alguna forma con una percepción de que realmente merece la pena poner dinero en estas empresas. Además, si se invierte en mejorar la producción, ese capex se gasta y no genera rápidos retornos en un solo año. 

Si nos centramos en el petróleo, la caída de las inversiones es evidente y no solo en Rusia. Hay muy poca inversión en nuevas exploraciones y explotaciones, pero incluso poco interés en invertir en los mantenimientos, lo que afecta no solo a las extracciones a elevadas profundidades, sino también a las extracciones tradicionales. 

Esto deja sola a la industria del fracking de Estados Unidos como la mejor preparada para responder a estos precios a una posible subida de la demanda. Y eso teniendo en cuenta que el shale puede tener mala imagen, peor acceso por ello a los mercados de capitales y un desgaste en las explotaciones en curso.

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