¡Adiós, tío Bernie!

Washington— El senador Bernie Sanders, el insurgente liberal que se levantó de la relativa oscuridad para construir un movimiento y convertirse en dos veces finalista para la nominación presidencial demócrata, terminará su campaña 2020, despejando el camino para que el ex vicepresidente Joe Biden sea el abanderado del Partido Demócrata para enfrentar al presidente Donald Trump en noviembre.

“Como veo la crisis que afecta a la nación –dijo Sanders a sus seguidores en una transmisión en vivo el miércoles desde su casa en Burlington, Vermont–, no puedo en buena conciencia continuar organizando una campaña que no puede ganar y que interferiría en el importante trabajo que se requiere de todos nosotros en este momento tan difícil”.

La decisión se produjo después de las pérdidas decisivas para Biden y la nueva pandemia de coronavirus, que detuvo todas las formas tradicionales de campaña; estos hechos volcaron la carrera presidencial a favor del ex vicepresidente en las últimas semanas.

Sanders, el principal candidato de la carrera hace seis semanas gracias a las victorias iniciales, no había podido recuperar el equilibrio. En el período previo a los anuncios del miércoles, algunos de sus ayudantes y aliados más cercanos lo habían instado a considerar retirarse.

La salida de Sanders, un socialista demócrata de Vermont de 78 años, marcó el final de una contienda primaria en forma de montaña rusa que comenzó hace más de un año. Lo que inició como el campo presidencial más diverso de la historia, con más de dos docenas de candidatos, está terminando con la victoria de un hombre blanco mayor, cuyas perspectivas se cancelaron hace poco.

Justo después de que Sanders anunció su retiro, Biden emitió una larga declaración alabando los logros de su rival y diciendo que intentaría defender muchos de los mismos problemas que animaron su campaña.

“No solo ha dirigido una campaña política: ha creado un movimiento”, dijo Biden, haciéndose eco de un refrán de Sanders. “Y no se equivoquen al respecto, creo que es un movimiento que es tan poderoso hoy como lo fue ayer”.

Ambos conversaron el miércoles, según dos personas familiarizadas con la plática, que hablaron bajo condición de anonimato porque no tenían autorización para darlo a conocer públicamente.

La partida de Sanders presenta a los demócratas un desafío inmediato: ¿puede el partido unificarse como no lo hizo en 2016, cuando una disputa entre los partidarios de Sanders y Hillary Clinton dañó sus esfuerzos para ganar la Presidencia?

Sanders dijo en la transmisión en vivo que permanecería en la boleta electoral en los comicios estatales restantes e intentaría reunir a más delegados para tener influencia en la convención demócrata.

La convención se programó originalmente para julio en Milwaukee y, debido al coronavirus, se ha reprogramado para agosto. Sigue habiendo muchas dudas sobre si ocurrirá de manera tradicional, lo que requeriría que decenas de miles de visitantes acudan a la ciudad durante una semana.

La decisión de Sanders de terminar su campaña cierra uno de los capítulos más notables de la historia política moderna. Su defensa de ideas liberales radicales, como Medicare para todos y universidades públicas sin matrícula, cambió el debate nacional sobre el papel del Gobierno.

“Juntos hemos transformado la conciencia estadounidense en cuanto a qué tipo de nación podemos llegar a ser”, dijo Sanders en la transmisión en vivo del miércoles. Reflexionó sobre el alcance más largo de su cruzada liberal, argumentando que muchas de las ideas por las que había luchado durante mucho tiempo se han incorporado a la corriente principal del partido.

“Pocos negarían que en el transcurso de los últimos cinco años, nuestro movimiento ha ganado la lucha ideológica”, dijo.

Su éxito en los primeros tres comicios primarios de 2020 lo convirtió en el contendiente independiente con mejor desempeño en la historia de Estados Unidos, así como el candidato presidencial judío más fuerte. A los 78 años, Sanders también fue el candidato más viejo en llegar tan lejos en el proceso.

Pero el fracaso de su campaña para capturar el apoyo de la mayoría de los demócratas, en clara exhibición una vez que el campo se redujo a Sanders y Biden, subrayó los límites de su política de izquierda. Una pérdida en las primarias de Michigan fue especialmente dañina, socavando el mensaje de Sanders de que podría expandir el electorado demócrata ganando áreas industriales.

Sanders tampoco pudo obtener el apoyo generalizado de la comunidad afroamericana, un problema fatal en un partido en el que los votantes negros juegan un papel fundamental.

Aunque Sanders hizo una campaña agresiva para activar nuevos votantes, particularmente jóvenes, que no habían participado en la política en el pasado, sus esfuerzos se quedaron cortos, según mostraron las encuestas de salida y las cifras de participación.

A lo largo de su candidatura el mensaje de Sanders, aunque se mantuvo revolucionario en su alcance, también varió. Una semana estaba subrayando su capacidad de elección. A continuación, se centró en la atención médica. Otras veces, parecía contento de reabrir viejas batallas con demócratas. A veces hablaba de su biografía, solo para dejarla fuera de sus discursos durante semanas.