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Deportes

Tercer tiempo: Con Bravos no hay novedad

Menos peor. Por lo menos un poco más de actitud y ganas de correr, deseos de esforzarse más y mejoría en la actitud

Luis Miguel Rodríguez Cruz

sábado, 13 marzo 2021 | 06:20

Marco Tapia / El Diario de Juárez

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Menos peor. Por lo menos un poco más de actitud y ganas de correr, deseos de esforzarse más y mejoría en la actitud. Pero cuando el físico disminuyó y el cansancio empezó a ser latente, Bravos se empezó a diluir. Cuando el esfuerzo llega a un límite lo que queda es el talento, pero en Bravos hay muy poco. Lo de Marco Fabián ha sido y será un fraude total. A estas alturas de su vida y de su carrera profesional le llegó la inmadurez, o la frustración o la impotencia de saber que del buen futbolista que llegó a ser no queda casi nada. Aquel que llegó a dar catedra en Alemania, hoy es solamente una triste imagen de un ser humano aburrido y muy poco comprometido con su profesión. Desde un principio debería haberle aclarado a los directivos de Juárez que no tenía ni la más mínima intención por dar algo por este club. En pocas palabras: le jugó el dedo en la boca a toda la ciudad de Juárez, empezando por la directiva de Bravos. 

Que ya nunca vuelva a jugar en Bravos; que lo manden a la sub 20 o algo por el estilo, porque un futbolista así no estará nunca comprometido con una institución. Y que Marco Fabián lo tenga claro: esta es la descripción del Marco Fabián actual, del presente, el que forma parte del plantel de Bravos. El Marco Fabián de Chivas y el que se fue a Europa, era otro y él lo sabe. Pero vayamos al partido donde Luis Fernando Tena hizo cambios y de esa manera trató de darle una sacudida a su plantel. Bien hecho, porque demostró que puede irse a los extremos y sacrificar titulares habituales con tal de pugnar por el progreso de su equipo. Digamos que funcionó a secas porque a veces uno no puede sacudirse su esencia, su genoma, y el de Bravos es empezar con ganas, con buen trato de pelota y terminar haciendo corto circuito en varios segmentos del partido. 

Afortunadamente el rival era Pumas: el subcampeón del futbol mexicano tampoco es lo que era. Muy lejana queda ya la proeza brutal de la pasada liguilla donde tumbaron a “súper favorito” de todos los torneos, Cruz Azul. Pumas sin Carlos González no tiene gol y sus ex compañeros no ven la luz al final del túnel cuando arman jugadas ofensivas. Por todo eso Pumas tampoco demostró mucho ayer. Sí hubo un buen síntoma tras el empate universitario donde los de Lillini trataron hacerse con el control del partido. Lo malo es que, al igual que Bravos, tampoco tienen mucho talento para cambiar el rumbo de las cosas. 

Qué se vaya Tena junto con Marco Fabián. Lo poco buena que tenía el Bravos de Caballero (sin ser la gran maravilla) ya no existe, porque con el argentino por lo menos había otra actitud. Al principio del torneo parecía que Tena y su discurso fresco podrían darle a Bravos el plus que necesitaba, pero conforme avanzaron las jornadas se fue pudriendo el asunto y ahora todo está peor que antes. El Bravos de Caballero por lo menos tenía orgullo, el de Tena no tiene ni ganas de jugar. Espeluznante empate digno de dos equipos malos.  

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