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Vamos
lunes, 19 julio 2021 | 11:16
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Comprometida con cada proyecto que emprende, Ruth Larios Fonseca es la líder de P.O.M. Médica, distribuidora de equipo médico que recién cumplió 25 años.
La empresaria fundó el negocio ubicado en el área de San Lorenzo, luego de laborar durante varios años en la industria maquiladora.
Originaria de Irapuato, Guanajuato, Ruth llegó desde pequeña a Ciudad Juárez y aquí tuvo a sus tres hijos: Patricia, Octavio y Miguel (de ahí las siglas de P.O. M.)
“El principal objetivo de P.O.M. Médica es el servicio a los demás. Siempre hemos sido emprendedores y siempre estamos pensando en cómo ayudar a los demás, entonces empezamos con la idea de fundar una empresa que nos diera la satisfacción de ayudar a los demás y qué mejor que un servicio médico”, expresa Ruth Larios.
“Soy orgullosamente egresada de la industria maquiladora”, dice quien fue gerente de relaciones industriales en algunas empresas, y finalmente administradora de beneficios del personal de confianza de lo que en aquel tiempo fue el Grupo Essex.
Anterior a eso, los inicios de su carrera laboral se dieron dentro de las empresas Villarreal, “ahí aprendí a hacer conciliaciones, inventarios, que aunado a ser gerente de relaciones industriales, me ha servido ahora para mi empresa”.
Luego de 15 años de permanecer en el sector maquilador, Ruth decide establecer una empresa que ofrece equipo médico, medicamentos, equipamiento para consultorio, instrumental, uniformes, entre otros insumos.
Con la calidad en el servicio y la honestidad como valores insustituibles, el negocio se mantiene gracias a la guía de Ruth, y al apoyo que le brinda su hija Patricia, quien colabora independientemente de sus actividades como médico especialista en Medicina del Trabajo.
“Cuando empezamos nunca me imaginé la magnitud que iba a alcanzar la empresa, y todavía vamos por más”, asegura Ruth.
Compromiso constante
Como buena líder, Ruth ha sabido coordinar equipos para la consecución de diversos objetivos.
A finales de la década de los años noventa fue la primera mujer vicepresidenta de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), donde fue consejera durante largo tiempo.
Asimismo, fue vicepresidenta y directora de Servicio a la Comunidad en Club Rotario Juárez Frontera. Tras su paso por la asociación su labor le fue reconocida con el premio Jane Harris, el cual se entrega a mujeres destacadas por su acción comunitaria.
“Orgullosamente soy la única mexicana la que le han dado ese reconocimiento. Me lo dieron en una convención nacional”, comparte alegre.
Además de dedicarse al negocio, Ruth es abuelita de cinco nietas y cuatro bisnietos (cuatro mujeres y un varón).
Otra parte de su tiempo la ocupa siendo terciaria de la Orden Franciscana, donde participa activamente en proyectos humanitarios en favor de los más desprotegidos.
“Tengo ocho años en la orden, estoy como ministra de la Orden Franciscana Seglar Santa Clara de Asís del santuario de San Lorenzo, con la asistencia espiritual del padre Alfredo Abdo Roana”.
“Es una felicidad que no se imagina, es una alegría inmensa servir al Señor. Servir a Dios no cansa”, expresa Ruth Larios.
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