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Opinión

Los ataques contra Maru

En días recientes, arreciaron los ataques orquestados desde Palacio de Gobierno hacia la alcaldesa de la capital, María Eugenia Campos Galván

Sixto Duarte
Analista

martes, 01 diciembre 2020 | 06:00

“No hay peor tiranía que la que se ejerce a la sombra de las leyes y bajo el calor de la justicia”. Montesquieu

En días recientes, arreciaron los ataques orquestados desde Palacio de Gobierno hacia la alcaldesa de la capital, María Eugenia Campos Galván. Las acusaciones formales van en el sentido de haber recibido dinero por parte del exgobernador César Duarte, e incluso se habla de supuestos pagos de contratistas del Municipio de Chihuahua, hechos a la alcaldesa. Es evidente que la principal motivación de los ataques y amenazas de prisión que penden sobre la alcaldesa son de carácter político-electoral, motivados desde el Gobierno del Estado de Chihuahua, en un afán enfermizo de descarrilarla en su aspiración de convertirse en la abanderada de Acción Nacional rumbo a la gubernatura.

No es un secreto que, al interior del PAN, Corral y Campos pertenecen a grupos políticos antagónicos. Javier Corral le debe a Maru Campos el haber ganado la gubernatura en 2016, y haber mantenido una fortaleza legislativa en el Congreso de Chihuahua en 2018. Ambos triunfos tuvieron su mayor votación en la capital de Chihuahua, donde Campos aparece con altos índices de popularidad, a diferencia de Corral.

Hoy, nuevamente, el gobernador intenta, a través de la amenaza del garrote, marginarla del proceso electoral en puerta. Esta situación no debe sorprender a nadie; desde el día que llegó al poder, Corral se ha dedicado a perseguir a sus enemigos políticos con amenazas de encarcelamiento, con muchos jueces-ujieres que se acomodaron al estilo fascistoide de gobernar de Corral.

Toda la Operación Justicia para Chihuahua ha sido un enorme circo mediático encabezado por el gobierno de Chihuahua, para supuestamente combatir la corrupción heredada. Sin embargo, como ya he expresado en varias ocasiones en este mismo espacio, la procuración de justicia en Chihuahua es muy selectiva. Cuando recién empezó el Gobierno de Chihuahua a actuar en el marco de esta “operación” (por allá de marzo de 2017), muchos panistas (incluyendo algunos que se dice fueron beneficiarios del régimen anterior) celebraban y aplaudían que se encarcelara a “los corruptos”. No valía ante ellos ningún argumento de los excesos del gobierno en turno al momento de “procurar justicia”. Hoy, que han tocado a una de ellas, entonces pegan de gritos en el cielo clamando una persecución política (ejemplos de esto son los exdiputados Raúl García y Daniela Álvarez).

Quizá con esto deberían darse cuenta que desde un principio, el gobierno de Corral ha usado los instrumentos de procuración de justicia con una motivación política. El no haber levantado la voz en su momento, vino a alentar que Javier Corral entendiera que no tenía límite alguno al momento de perseguir y fabricarle delitos a quien quisiera. Decía el Barón de Montesquieu que “Una injusticia hecha al individuo es una amenaza hecha a toda la sociedad”. Hoy, este grupo reducido de panistas son víctimas de lo que tanto alentaron.

De ninguna manera me da gusto que se persiga políticamente a María Eugenia Campos. Los resultados de su gobierno en la capital están a la vista de todos; prueba de ello, es la enorme popularidad que tiene entre los capitalinos.

El hecho de que la alcaldesa convocara a los medios de comunicación a evidenciar todo el arsenal de marrullerías y trampas que el gobierno de Chihuahua ha preparado contra ella, fue un acierto. Es importante que la opinión pública vea todos los excesos que el gobierno de Chihuahua es capaz de cometer, con tal de sacarla del camino. Su postura, además de valiente, fue estratégica, pues así le mojó la pólvora a Javier Corral. No podrá pedirle a ningún juez de control que gire orden de aprehensión contra ella (al menos en el corto plazo) y si lo hace, quisiera ver quién es el juez (a) que asumirá un reto de esa magnitud, tomando en consideración que Campos ocupa el segundo lugar en las encuestas rumbo al 2021 (por debajo del aspirante de Morena, Cruz Pérez Cuéllar).

Esta persecución, además, trae aparejada una enorme carga de violencia política de género. Sin embargo, Emma Saldaña, directora del Ichmujeres, no se ha pronunciado al respecto. Es evidente, Saldaña practica un feminismo selectivo y de ocasión. Con esto demuestra que su prioridad no son las mujeres, sino no ser excluida de la nómina estatal.

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