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Opinión

Empresarios dormidos, ambiente podrido

¿Qué está pasando en las cámaras? Ayer la Cámara Nacional de Comercio amaneció con un nuevo liderazgo. Asumió la presidencia Elizabeth Villalobos, un cambio que me trae cierta esperanza

Thor Salayandía / Empresario

jueves, 28 marzo 2024 | 06:00

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¿Qué está pasando en las cámaras? Ayer la Cámara Nacional de Comercio amaneció con un nuevo liderazgo. Asumió la presidencia Elizabeth Villalobos, un cambio que me trae cierta esperanza.

Este cambio me lleva a una reflexión sobre un tema que debería importarnos mucho: qué papel están jugando las organizaciones empresariales en el desarrollo de nuestra ciudad. Hablo de todas las cámaras, no sólo de la Canaco.

En mi opinión, las cámaras perdieron su esencia y ya no cumplen su función principal de crear desarrollo en la comunidad, de defender los intereses de los afiliados y de crear el mejor ambiente de negocios.

¿Cuáles son los motivos que tenemos para agruparnos como empresarios? Es decir, ¿para qué son las cámaras? Primero que nada, las cámaras están para darnos representación a los empresarios, y para eso, antes que nada deberían tener mucha comunicación con sus afiliados. Si las cámaras ya no escuchan a sus afiliados ¿cómo van representarlos? ¿Cómo sabrán qué les duele, qué les está afectando?

Otra de las funciones de las cámaras es defender los intereses de la iniciativa privada y es algo que tampoco está sucediendo. Es muy grave porque las empresas de México han estado perdiendo productividad. Hemos permitido que los políticos impongan reglas ilógicas que nos hacen menos competitivos. Es bueno que los políticos vean por los trabajadores, pero a qué costo para las empresas.

Estoy hablando de alzas salariales que se dan de un plumazo, de aumento de vacaciones, de la ley silla, de las licencias de paternidad, del aguinaldo al doble, de la disminución de la jornada laboral etcétera. Todos estos cambios deben darse, pero antes hay que considerar cómo compensarle a las empresas los gastos adicionales, cómo hacerlas más productivas. 

Salen reglas y leyes nuevas y nadie dice nada. Las cámaras locales, estatales y nacionales hacen mutis y dejan que los políticos nos compliquen cada vez más la generación de riqueza. Y cuando digo riqueza hablo del dinero que los empresarios creamos para todos. El empresario cuando gana un millón de pesos, de ahí le dio más de la tercera parte en impuestos al gobierno y les pagó el salario a sus empleados, y si todo va bien, invirtió en nuevos negocios generando más empleos y más riqueza que también reparte.

Pero ahorita las cámaras no están siendo ese factor de interlocución con los gobiernos. No nos representan a los empresarios en las negociaciones con el gobierno, ni con sindicatos, ni otros actores sociales. Y por eso el ambiente de negocios se está pudriendo.

Otra de las funciones muy importantes de las cámaras empresariales, quizá la más importante es la creación de desarrollo económico. Todos los inventos que ha hecho el hombre, todo el avance tecnológico, toda la medicina, se la debemos a un empresario que está detrás del desarrollo de esos inventos. Claro que está viendo cómo hace riqueza a partir de la innovación, pero si no es por un empresario, no tendríamos electricidad, no tendríamos autos, no tendríamos celulares, no tendríamos nada.

Las cámaras, bien organizadas con el gobierno y con la academia, son las que pueden crear el desarrollo económico y son las cámaras las que deben estar revisando hacia dónde van las tendencias económicas para crear estrategias de desarrollo y ver a dónde vamos como sociedad. 

No hay investigación ni desarrollo de estrategias dentro de las cámaras para hacer todo esto. No quieren invertir en investigación. Hay mucha carencia. Por mi experiencia en cámaras sé que el empresario siempre está viendo cómo le hace para aportar menos. No ha alcanzado a comprender que una cámara económicamente fuerte fortalece el ambiente para que él haga negocios. 

La generalidad del líder empresarial tampoco está preparado. Vemos líderes buscando la aceptación del gobierno, y algunos de ellos aspiran a un puesto público como el máximo de sus vidas. Un líder de cámara debería ser un empresario con una visión realmente empresarial, dispuesto a prepararse, a invertir dinero y tiempo por el desarrollo de la economía y la sociedad.

Generalizando, vemos líderes que usan las cámaras como trampolines políticos. Creo que la cámara puede ser parte del camino para un líder que a final de cuentas llega a la política para trabajar por el desarrollo. Pero ahora vemos líderes convertidos en aplaudidores del gobierno, que los usa para validar sus proyectos. Las organizaciones empresariales se han convertido en cotos de poder, que albergan a líderes que tienen más ambición que ganas de apoyar al empresariado y a la comunidad.

Esta debilidad en los liderazgos nos ha llevado a ser víctimas de una conquista industrial, porque producimos mucha riqueza para corporativos extranjeros. México tiene cada vez mayor dependencia económica y alimentaria del extranjero.  Tenemos un gobierno cada vez más represor de los negocios, que nos acusa de delincuentes a los empresarios y nadie le para el alto. Son las cámaras las que deben tomar de la mano al gobierno para retomar el rumbo. Necesitamos refundar las cámaras.

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