Opinion El Paso

Manifestantes exhiben a Biden sobre inmigración

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Ruben Navarrette Jr. / The Washington Post

jueves, 19 septiembre 2019 | 06:00

San Diego— La inmigración está desconcertando a ambos partidos políticos.  Los republicanos han manejado tan desastrosamente el problema que usualmente olvidamos que el tema es complicado también para los demócratas.

El Partido Republicano está teniendo problemas para complacer a dos alas opuestas del partido que desean cosas diferentes:  los republicanos de la Cámara de Comercio desean que el país admita más inmigrantes para que los negocios puedan llenar sus vacantes, y los republicanos que están a favor de Hacer que Estados Unidos Sea Blanco Nuevamente desean menos migrantes para que podamos viajar a través del tiempo y volver a la época de los años 1960.

De igual manera, los demócratas están teniendo problemas para complacer a dos alas opuestas de su partido que tienen diferentes intereses:  los latinos que no tienen problemas para admitir más migrantes, especialmente de Latinoamérica y la mano de obra organizada que tiene un gran problema, ya que tienen que trabajar más duro para competir por los empleos con los  migrantes  –tanto legales como ilegales.

Al tratar de lograr ese equilibrio, en algunas ocasiones los demócratas hacen mal las cosas– o no hacen nada.  Ninguno de esos caminos es aceptable.

Ese fue el mensaje que los manifestantes trataron de enviarle a Joe Biden durante el debate demócrata de la semana pasada que se llevó a cabo en Houston, mientras respondía a una pregunta sobre cómo superar los reveses.

Biden dio una maravillosa respuesta.  Se estaba preparando para contarle al país cómo sobrevivió la muerte de su hijo Beau, y años antes, la muerte de su hija y su primera esposa.

Esa conmovedora historia personal hizo que fuera desafortunado el momento en que lo interrumpieron  –pero fue algo no menos importante. De acuerdo a Time.com y la versión que dio la gente de la audiencia, los manifestantes eran activistas que están a favor de los inmigrantes y beneficiarios de la Acción Diferida para las personas que fueron traídas al país durante su niñez, DACA por sus siglas en inglés.

Ellos gritaron “Somos beneficiarios del DACA y nuestras vidas están en riesgo”.  Un hombre tenía puesta una camisa que decía;  “Hay que defender el DACA, abolir el ICE y darle la ciudadanía a todos”.

En la parte de atrás tenía impresas las palabras: “Ningún ser humano es ilegal en una tierra robada”. Los intrusos fueron rápidamente escoltados hacia la salida del lugar por elementos de seguridad.

No creo que eso haya sido una coincidencia, de las 10 personas que estaban en el escenario, los manifestantes escogieron abordar precisamente a Biden.

El ex vicepresidente es el candidato que ha sido identificado más cercanamente con Barack Obama, un punto que Biden menciona en cada oportunidad que tiene.

Y como hizo notar momentos antes durante esa noche Jorge Ramos, el moderador del debate, y como lo han mencionado algunos de los contrincantes de Biden en otros debates, Obama tiene una mancha en su récord respecto a la inmigración.

Por otra parte, Obama instituyó el DACA, dándoles a los beneficiarios permisos de dos años para trabajar y una dispensa temporal para impedir que más de 600 jóvenes inmigrantes indocumentados fueran deportados.

Además, también estableció el programa de tal manera que –para poder obtener el beneficio– los beneficiarios tendrían que entregarse voluntariamente a las autoridades, permitir que les tomaran las huellas dactilares y fotografías, y entregar información personal y su domicilio.

El Tío Sam sabe exactamente en dónde encontrarlos. Y ahora, su información personal ha caído en manos del Tío Malvado.

Donald Trump es uno de los presidentes más antiinmigrantes que haya habido en la historia. Canceló el DACA en el 2017 y mientras las cortes federales de menor jerarquía han presionado y tratado de forzar a la administración para que lo reinstalen, nos encontramos en un punto muerto. 

La Suprema Corte está de acuerdo en revisar los desafíos legales, y es muy probable que escuche los argumentos antes de finalizar el año.

Los beneficiarios de DACA tienen derecho a sentirse ansiosos.  Algunos de los que me he enterado se lamentan haber tomado ese camino. Otros culpan a Obama por no cumplir su compromiso de lograr un arreglo permanente que no los hubiera puesto en peligro.

Obama también separó a las familias, enjauló a los niños, envió a los refugiados a su país de origen sin el debido proceso, hizo que los policías locales aplicaron la ley federal de inmigración y deportaran a casi 3 millones de inmigrantes ilegales –casi todos eran latinos.

Ramos cuestionó a Biden acerca de ese récord, preguntándole si como vicepresidente había hecho algo para tratar de detener algunas de las deportaciones. 

También quiso saber si Biden pensó que Obama había cometido un error al expulsar del país a muchas personas. Finalmente, Ramos le preguntó a Biden por qué los latinos deberían confiar en él.

Biden respondió: “Nosotros no encerramos a la gente en jaulas. No separamos a las familias. No hicimos todas esas cosas”.

Pero sí hicieron todas esas cosas y más. ¿Por qué? Sólo hay que ver lo que dice arriba.  No todos los demócratas de Estados Unidos desean abrir la frontera. De hecho, muy pocos quieren hacer eso. Muchos demócratas aprueban la mano dura –el construir muros, deportar a la gente, separar a las familias, etc.

Y si su intento de enterrar ese récord sirve de algún indicio, Biden es uno de ellos. Por supuesto, eso es lo que los manifestantes quieren que sepamos nosotros.

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