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Opinion El Paso

El gran remplazo de Tucker Carlson

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Michelle Goldberg/ The New York Times

domingo, 30 abril 2023 | 06:00

Nueva York— Cuando Fox llegó a un acuerdo para poner fin a la demanda por difamación que presentó Dominion Voting Systems por 787.5 millones de dólares, la sabiduría popular indicaba que esto cambiaría poco la manera en que opera el canal de televisión. “No espere que Fox News cambie después del pago masivo a Dominion”, decía un titular de Vanity Fair. “¿El acuerdo de Fox modificará a los medios conservadores? Aparentemente, no”, dijo The Associated Press.

Tal vez el acuerdo no cambió mucho, pero pareciera cada vez más que la demanda en sí misma sí lo logró cambiar algo. El lunes, se conoció la noticia de que Tucker Carlson, el presentador de horario estelar más demagógico y con la más alta valoración de Fox News, salía del canal de noticias y ni siquiera tendría un episodio final para despedirse. Los Angeles Times informó que Carlson fue defenestrado por el mismo Rupert Murdoch y que su salida estaba relacionada con la demanda por discriminación presentada por la ex productora de Carlson, Abby Grossberg, quien alega que Fox la obligó a dar un testimonio engañoso en el caso de Dominion y asegura que presentó la demanda por discriminación, así como otra querella por separado, después de temer que la cadena la convirtiera en un chivo expiatorio. Mientras tanto, The Washington Post informó que Murdoch estaba indignado por los comentarios insubordinados que Carlson hizo sobre la gestión de Fox, que se revelaron durante la fase de investigación del caso Dominion.

Todo esto sugiere que Dominion fue responsable de divulgar la información que derribó a Carlson. El final de su trabajo en Fox News debería ser un recordatorio para que la gente de izquierda no se entregue a la ilusión cínica de que “jajajá nada importa”, para revivir una frase de la era Trump. A veces, los elementos terribles de nuestra cultura política parecen tan inmutables que es tentador ceder a la desesperación como profiláctico contra la decepción perpetua. Pero resulta que, de hecho, a veces es posible avergonzar a los desvergonzados. De vez en cuando, la justicia llega.

Antes del lunes, la demanda de Grossberg parecía, como mucho, una nota de pie de página de todo el drama de Dominion, a pesar de que el comportamiento detallado en este era repugnante. Grossberg describe un entorno en el que se discutía constantemente sobre las mujeres de todas las tendencias políticas en términos de deseabilidad sexual. Una de las encargadas de concertar las entrevistas de Carlson alega que le dijeron que debería acostarse con Elon Musk para conseguir una. Ella afirma que el productor ejecutivo de Carlson, Justin Wells, también despedido el lunes, la llamó a su oficina para preguntarle sobre la vida sexual de su anterior jefa, la presentadora de Fox Business, María Bartiromo. En un comunicado, el canal de tele dijo que las acusaciones de Grossberg se hicieron después de una revisión crítica de desempeño y reveló que se había contratado a “un abogado externo independiente para investigar de inmediato los asuntos” que ella había planteado.

Si de hecho Carlson fue despedido en parte por la misoginia en el lugar de trabajo, este estará dentro de una venerable tradición de Fox. El canal tiene un historial de tolerar el abuso de mujeres hasta que las revelaciones se vuelven demasiado inconvenientes, momento en el que incluso figuras que parecían irremplazables, como Roger Ailes y Bill O’Reilly, son arrojadas por la borda. El desprecio por las mujeres era parte del estilo de Carlson en Fox News; su infame especial “El fin de los hombres” instó a los hombres a broncearse los testículos para aumentar ostensiblemente la testosterona y así rescatar a la sociedad del colapso. Es apropiado que su desprecio por las mujeres sea lo que finalmente lo llevó a su fin.

Pero Carlson despreciaba a muchos. Era el presentador de Fox News más trumpista, aunque, ahora sabemos gracias a la investigación en el caso Dominion, que odiaba a Donald Trump “apasionadamente”. Al igual que Trump, él y sus productores extrajeron narrativas del internet nacionalista blanco, difundieron promiscuamente teorías de conspiración salvajes e insinuaron la necesidad de la violencia para recuperar a Estados Unidos. Después de que Trump fuera acusado el mes pasado, Carlson dijo: “Probablemente no sea el mejor momento para deshacerse de sus AR-15”. Creó, como escribió Nick Confessore en The New York Times, “lo que quizá sea el programa más racista en la historia de las noticias por cable y también, según algunas consideraciones, el más exitoso”.

La similitud entre las sensibilidades de Carlson y las de Trump podría derivar de la semejanza de sus rencores. Ambos fueron hijos privilegiados (Carlson fue expulsado de un internado suizo) que buscaron el respeto del sistema, pero nunca lo obtuvieron. Vale la pena destacar, dado su desprecio por el Estado profundo putativo, que Carlson intentó unirse a la CIA, pero fue rechazado. Carlson convirtió a las noticias por cable en su nueva ambición, pero antes de aterrizar en Fox News, tuvo que luchar para encajar. En una entrevista de 2021, describió haber tenido una “especie de colapso” después que su despido de MSNBC en 2008, la última de una serie de fallas, lo obligara a vender su casa. Hablando de la industria de la televisión, dijo: “Estaba viviendo en ese mundo y no estaba teniendo éxito”.

Al igual que Trump, encontraría el éxito al darle cabida a personas que despreciaban al mundo que lo había despreciado. Hizo de la venganza una carrera.

Es imposible saber qué pasará con la carrera de Tucker Carlson ahora que fracasó notoriamente en CNN, MSNBC –em– y –em– Fox, una rara trifecta en el mundo de las noticias por cable. Tiene seguidores intensamente leales y estos podrían iniciar con facilidad una empresa propia o unirse a un posible competidor de Fox como Newsmax u OAN. Sería una tremenda ironía si Fox News, que emitió mentiras sobre Dominion porque temía ser superado por Newsmax, ahora se encuentra perdiendo ante Newsmax gracias a las consecuencias de la demanda de Dominion.

Pero otros presentadores de Fox han visto disminuir rápidamente su relevancia después de haber sido privados de la plataforma que les daba ese canal. Glenn Beck todavía está realizando su rutina al estilo del John Birch Society, un grupo de presión, del siglo XXI en su compañía Blaze Media, pero está hablando con un grupo de personas mucho más pequeño que antes. Bill O’Reilly, que alguna vez fue el rostro de Fox, tiene un pódcast y una serie de libros superventas, pero ya no es una figura cultural muy importante. Tal vez Carlson sea diferente, aunque los mensajes de texto expuestos por Dominion sugieren que posee una consciencia intensa de su propia vulnerabilidad. Después de la reacción de rechazo de los espectadores porque Fox News anunció correctamente que Joe Biden había ganado en Arizona, Carlson enfurecido le envió un mensaje de texto a un productor: “Trabajamos muy duro para construir lo que tenemos”. Y ahora, se terminó.

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