Nuevo Casas Grandes

Descoordinación total en el caso de masacre

Autoridades sin pistas

Staff/ El Diario

jueves, 07 noviembre 2019 | 12:23

Nuevo Casas Grandes.- Tras descartarse al único detenido con armas y dos secuestrados, como responsable de la masacre contra las familias Lebarón, a tres días de estos hechos no hay un avance real ni resultados de ninguna esfera de gobierno que por su parte, cada quien le atribuye la autoría del atentado a grupos delictivos diferentes, evidenciando la descoordinación total que existe entre autoridades federales y estatales.

Primero, autoridades estatales y federales arribaron con cerca de 100 elementos al municipio serrano de Bavispe, Sonora, pero con horas de diferencia después de pasada la alerta que vivieron los habitantes de ese lugar ante la invasión de hombres armados que masacraron con más de 200 tiros a 9 miembros de la comunidad mormona, entre sus madres y niños.

Durante el operativo de búsqueda de los responsables, fue detenido un presunto sicario a bordo de un vehículo robado, con dos personas plagiadas que estaban amordazadas y asimismo, portaba además de un rifle Barret calibre 50 de alta potencia usada para penetrar blindajes, dos armas largas calibre .223 y otra calibre .308 junto con cargadores abastecidos de los mismos calibres, similares a las usadas en la masacre del camino vecinal entre Bavispe y la comunidad La Mora donde residían las familias victimadas.

En esas acciones mientras de trasladaban del Noroeste de Chihuahua a Sonora, elementos estatales detuvieron en pleno centro de Casas Grandes a un presunto "halcón" identificado como Pedro P. quien a bordo de un automóvil Toyota Corolla y ataviado con equipo táctico, portaba un arma de uso exclusivo del Ejército y un radio de frecuencia.

Otro mismo grupo por la ruta de Janos, en un camino vecinal de Ejido Pancho Villa que comunica con los límites hacia Sonora por el lado de Bavispe, hallaron una camioneta Ford Lobo abandonada, que resultó con reporte de robo en Hermosillo, Sonora y que los responsables la abandonaron en territorio de Chihuahua con cargadores abastecidos para AK-47 y para arma calibre .223 similar también al usado en la masacre, incluso los cartuchos sin marca alguna.

Sin embargo, al momento ninguno de los hallazgos ni los arrestos han podido dar una pista de lo que sucedió el pasado lunes en la mañana en el trayecto de La Mora a Bavispe, pues el detenido con armas y secuestrados, ya fue descartado como partícipe de la masacre.

Las declaraciones tempranas de las autoridades en el sentido de que "los delincuentes pudieron haber confundido con miembros del cártel rival" a las 3 madres de familia transportando a 14 niños, fue desmentido de inmediato por el activista Julián Lebarón, señalando que "fue un ataque directo".

Incluso en una de las cuentas de redes sociales de la familia sobre lo vivido por uno de los sobrevivientes, se reveló que una de las madres alcanzó a clamar a los gariteros que dejaran de disparar porque eran sólo mujeres y niños, pero que eso no los detuvo, por lo que la comunidad lebarona mantiene firme su postura exigiendo resultados a las autoridades de todos los niveles y que se esclarezca el crimen pero de manera responsable.

No obstante, el titular federal de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Alonso Durazo Montaño, hizo una primera declaración en el sentido de que la comunidad Lebarón no contaba con protección del Gobierno Federal, para retractarse horas más tarde de que tienen protección de elementos federales desde el 2009, cuando el crimen organizado privó de la libertad y ejecutó a dos miembros de la comunidad mormona, luego de que sus acciones de protesta lograran la liberación de uno de ellos, menor de edad que estaba secuestrado y por el que pedían un millón de pesos.

Asimismo, el Jefe del Estado Mayor de la Secretaría de la Defensa Nacional, el General Homero Mendoza, se aventuró a afirmar a los medios que el ataque a las familias mormonas y ciudadanos estadounidenses con residencia en México, fue perpetrado por el grupo criminal "La Línea", que movilizó a sus elementos desde el lado de Chihuahua para que no invadieran "su territorio", donde incluso ya habían sostenido un enfrentamiento desde Agua Prieta horas antes con miembros del grupo de Sonora identificado como "Los Salazar".

En contraparte, el Fiscal General del Estado, César Augusto Peniche Espejel, declaró por su parte que el crimen fue cometido por integrantes del grupo de "Los Jaguares" bajo las órdenes de Francisco Arvizu "El Jaguar", que mantiene el control de las zonas serranas de Chihuahua desde Ciudad Madera, Casas Grandes y Janos en sus límites con Sonora.

Ambas versiones contradictorias y sin resultados al momento, molestaron aún más a la comunidad mormona de Lebarón en Galeana y de La Mora en Bavispe, que ve pasar las horas y los días mientras al momento ninguna autoridad da resultados sobre el clamor que ya se había denunciado hace meses por el activista Julián Lebarón: que atiendan la inseguridad creciente donde grupos del crimen organizado han asentado el terror en los caminos de Janos con Sonora.

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