‘Tiran’ $600 millones en Cefereso de Samalayuca

Ciudad Juárez.- El Cefereso 9 Norte, abandonado en Ciudad Juárez tras su cierre decretado por la Federación desde diciembre de 2020, guarda no sólo la historia de haber albergado a algunos de los narcotraficantes más peligrosos del país sino además que se dieron inversiones por cientos de millones de pesos que nunca lograron su cometido.

El “Cereso Productivo”, a través del cual integrarían a presos a la actividad laboral de la ciudad, nunca vio la luz a pesar de que los tres órdenes de Gobierno inyectaron arriba de 600 millones de pesos en los últimos 12 años.

Este penal para reclusos de mediana y alta peligrosidad fue considerado ‘VIP’ durante sus años de funcionamiento.

Envuelto en una polémica por estar en situación de abandono mientras el Centro de Reinserción Social (Cereso) número 3 enfrenta sobrepoblación y características de “autogobierno”, este penal ubicado a un costado de la carretera Panamericana, cerca de Samalayuca, albergó –entre otros narcos de alta peligrosidad– a personajes como el líder del Cártel de Sinaloa, Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, antes de ser extraditado a Estados Unidos.

Dámaso López “El Licenciado”, cabecilla de Los Zetas; Miguel Treviño, el “Z-40”, y otros capos como José Antonio Romo López “El Hamburguesa”, líder del Cártel del Golfo, son algunos de los que estuvieron recluidos cerca de la mancha urbana de Ciudad Juárez.

El Cefereso 9 fue inaugurado en 2009, durante el sexenio del expresidente Felipe Calderón.

El 21 de julio de ese mismo año, el Estado y la Federación firmaron un convenio de colaboración para el otorgamiento de recursos en la construcción y equipamiento del penal, refiere el archivo periodístico.

Estas inversiones darían pie al denominado “Cereso Productivo”, por el que se bajaron cuantiosas inversiones que nunca generaron resultados. Finalmente el 27 de diciembre de 2020 el Gobierno federal emitió un decreto por el que desincorporó del Sistema Penitenciario Federal este centro de readaptación social, ubicado afuera de la ciudad.

Un informe de Transparencia con folio 37352010 establece que hacia finales de 2010, bajo el argumento de consolidar este Cereso productivo, entre los gobiernos municipal, estatal y federal se destinaron 120 millones de pesos para la “construcción, equipamiento y funcionamiento” del proyecto. La Federación puso 60 millones de pesos, el Gobierno del Estado 30, mientras que el Municipio otros 30 millones de pesos, se indica.

Incluso las empresas Seisa, MSI, Foxconn, NAPS de Juárez, Strattec, Intermatic, S. M. G., Ease Internacional, Amex, Coplasco, Bell Manufactura, Flextronics y Clover Group tenían cartas de intención para dar trabajo a los reclusos y remunerarlos por su trabajo. El proyecto indica que así se lograría una verdadera reinserción de ellos en la sociedad.

Nada concretado

El archivo periodístico indica que a pesar de que se puso la primera piedra para la construcción del primer “Cereso Productivo” de Chihuahua –ubicado a un costado del Cefereso 9–, hacia febrero de 2016 no estaba nada concretado.

La inversión contemplada para este proyecto en ese momento fue de 627 millones 886 mil 497 pesos, en una extensión de 19 hectáreas; hasta esa fecha (2016) iban invertidos casi 500 millones sin que la obra estuviera concluida, según documentó la diputada panista Ana Lilia Gómez Licón, al Gobierno del Estado.

“De inicio la intención del proyecto era generar empleo para los internos sentenciados que se encuentran recluidos en el Cereso 3 de Ciudad Juárez que presentaran buena conducta y fueran de baja peligrosidad para que aun privados de su libertad, contaran con un trabajo dentro de la industria maquiladora y pudieran sostener a sus familias y a la vez contribuyeran a su verdadera reinserción social”, señala el exhorto de la exlegisladora.

“Adicionalmente se garantizaría una menor incidencia delictiva y despresurizaría el resto de los penales en el estado, los cuales se encuentran al 98% de su capacidad que, por obvias razones, dificulta la operación de los mismos y por ende lacera uno de los objetivos principales de éstos, que es precisamente, la reinserción social”, añade.

Sin embargo, también menciona que a finales de 2014, Gobierno del Estado a través de su fiscal de Penas y Medidas Judiciales, Eduardo Guerrero Durán, informó a los medios de comunicación que el “Cereso Productivo” no era prioridad ese año porque no urgían los espacios para los internos, además de que el penal tendría que ser objeto de modificaciones en cuanto a su proyecto original, y que por lo pronto las instalaciones servían como alojamiento temporal para un grupo de sesenta policías federales.

“Estamos en la fase de creación de la infraestructura del recurso humano para iniciar los trabajos”, decía el exgobernador Javier Corral el 10 de octubre de 2019.

“Será un proceso largo, pero se espera que pudiera iniciar en febrero próximo (2020)”, agregaba. Y todavía, decía, tenían que cubrirse requerimientos de insumos y servicios.

Según decía Corral Jurado, su administración destinaría otros 150 millones de pesos que saldrían de la reestructuración de la deuda pública para concluir el proyecto, el cual, justificaba, había sido abandonado por la administración pasada.

Poca población

El Cefereso Norte fue la prisión peor calificada pero la favorita para recluir a los narcos de alto calibre por su baja densidad de población, mencionan los archivos periodísticos.

En 2017 solamente había 787 reos de los mil 148 para los que tenía capacidad. Entre el 1 de julio y el 30 de septiembre de ese año se informó una población en este penal federal de 841 reos, descartando sobrepoblación.

Hacia febrero de 2017, el Órgano Administrativo Desconcentrado de Prevención y Readaptación Social, reportó que el Cefereso 9 tenía 349 espacios disponibles.

Mientras que los Centros de Reinserción Social del Estado de Chihuahua, particularmente el 1 y 3, tenían una sobrepoblación respectivamente del 30 y 40 por ciento de su ocupación.

Tan sólo durante 2019 ejerció un presupuesto de 305 millones de pesos.

Mientras que para 2020, de acuerdo con el Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria, tenía una población de 683 presos, contra la capacidad de mil 148.

En un recorrido que realizó El Diario esta semana, se pudieron observar en el exterior del penal autos estacionados e inclusive camiones foráneos.

El 8 de octubre de 2021, el Gobierno del Estado solicitó formalmente la entrega del penal a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC). Tras la última riña desatada en el Cereso 3 de Ciudad Juárez, se reiteró la petición e incluso se acordó acelerar las gestiones durante la Mesa de Seguridad.

Informes de transparencia indican que el centro cuenta con módulos, estancias, espacios para visita familiar e íntima, áreas de tratamientos especiales, espacios de observación y clasificación, comedores, cocina, almacén para víveres, lavandería, patios, sanitarios independientes a los de las estancias, canchas de futbol, así como cubículos para entrevistas de las áreas técnicas, entre psicológicas, trabajo social, criminología, educativas y jurídicas.