Sobrevuela Texas fracción de México

Ciudad Juárez.- Luego de haber permanecido durante meses vigilando desde atrás de la malla ciclónica y concertina, agentes de la Guardia Nacional de Texas fueron observados recorriendo la orilla del río Bravo ense- guida del cauce, por donde hasta hace unos días transitaban contingentes de migrantes que intentaban ingresar a Estados Unidos.

Eran al menos seis agentes en fila que recorrían cerca del agua y el lodo del río, mientras a su lado pasaban algu- nos migrantes, entre adultos, mujeres y niños.

Mientras esto ocurría, el helicóptero con matrícula N207TX fue observado en el lado sur del río.

La aeronave se mantuvo detenida por cerca de 10 minutos en el lado mexi- cano de la frontera a una altura a la que empezaron a crearse polvaredas.

De acuerdo con información de la aplicación digital Flight Aware, la matrícula corresponde al Departamento de Seguridad Pública de Texas, dependencia a la que se intentó contactar sin éxito.

En el bordo del lado estadounidense, nuevos grupos de migrantes se reúnen y esperan acostados en la ribera un espacio para poder ingresar y entregarse a las autoridades, se observó. Nuevas casas de campaña con cobijas y suéteres son formadas luego de que se vaciaron las inmediaciones del punto 36 del muro fronterizo en días pasados.

El jueves 28 de marzo, un helicóptero fue observado por este medio mientras intentaba provocar remolinos que aparentemente buscaban desalentar la estancia de población en contexto de movilidad en el río.

En aquella ocasión, fueron cerca de 24 minutos en que el helicóptero texano sobrevoló en al menos seis veces el campamento de migrantes, y en dos ocasiones se quedó durante algunos minutos sobre un grupo de cerca de 50 personas, entre las que se encontraban niños y adolescentes.

Ayer el helicóptero sobrevoló por unos 24 minutos, aunque su estancia más larga fue del lado mexicano, mientras bajaba poco a poco hasta provocar el inicio del efecto del remolino, que detuvo para iniciar a dar vueltas por el nuevo campamento que se conformaba cerca del punto 36, por donde migrantes colocaron troncos para poder cruzar el río.

De frente a la puerta del punto 36, no se encuentra ya ninguna persona intentando ingresar. De hecho, el Gobierno texano extendió la malla ciclónica y la concertina hasta donde fluye el agua del Bravo, en un intento por desalentar el tránsito en la zona.