San Lorenzo se queda sin fiesta

Ciudad Juárez— La tradicional feria de San Lorenzo no se llevará a cabo este año, sólo habrá una misa de manera virtual y a través de la radio en honor al Santo Patrono, esto con el objetivo de evitar aglomeraciones ante la contingencia sanitaria por el Covid-19, por lo que no se tendrán las acostumbradas danzas de los matachines, los juegos mecánicos y la kermés.

En los festejos para rendir honores a San Lorenzo el próximo lunes 10 de agosto sólo se tendrá la ceremonia eucarística a las 6:00 de la tarde presidida por el obispo de la Diócesis de Ciudad Juárez, José Guadalupe Torres Campos, a través de la página de Internet Librería San Lorenzo y en Radio Guadalupana, dieron a conocer encargados de la oficina de este santuario.

Con el fin de evitar las aglomeraciones, el santuario de San Lorenzo será cerrado totalmente ese día, pero actualmente está abierto para la oración de los fieles y sólo se permiten unas cuantas personas.

Las danzas de los matachines que se reunían frente al santuario no serán admiradas en esta ocasión, como ocurría en otros años, pero el sacerdote Alfredo Abdo Rohana, encargado del templo, está pidiendo a los feligreses que viven y esperan esta fecha con entusiasmo, que ahora lo celebren en sus hogares y que eviten la visita al templo, guardando las indicaciones siempre a favor de la salud y la vida de todos.

“Los seres humanos hemos vivido desde finales del año pasado y todo lo que va del presente 2020 un confinamiento en nuestros hogares, evitando al máximo toda reunión que pueda provocar contagio de Covid-19, sobrellevando todas las consecuencias y efectos colaterales que la medida ha ocasionado”, expresa el padre Abdo Rohana a través de un escrito que se entrega a los fieles en la librería del templo.

Piden celebrar en casa

Por tal motivo, dice, la rutina de nuestra vida ha sufrido un cambio radical que ha provocado suprimir, reducir o aplazar toda actividad humana de conjunto, y en todo el mundo, que teníamos ya programada. Actividades personales, familiares, sociales, políticas, académicas, religiosas, deportivas, artísticas y culturales.

“Nosotros”, dice el sacerdote Abdo, “este próximo 10 de agosto celebraremos la fiesta patronal de San Lorenzo y a diferencia de muchos años de tradición, nos veremos sujetos a tomar medidas precautorias para evitar el acumulamiento de peregrinos, que suele ser realmente impresionante”.

Es por eso, indicó, que se pide a los feligreses celebrar en sus casas la fiesta en honor al Santo Patrono y ver la misa a través de Internet por Librería San Lorenzo a las 6:00 de la tarde el día 10.

Así ha ocurrido en otras parroquias y capillas que existen en esta ciudad, en donde las fiestas patronales se han restringido a ceremonias eucarísticas que son transmitidas vía Internet, así como por la radio y televisión.

En San Lorenzo, el Santo Patrono y a quien se le rinden honores durante varios días, no habrá fiesta como tradicionalmente se hacía desde su creación en 1682, ahora únicamente será la misa transmitida vía digital y en la radio, se dio a conocer.

En años pasados, desde los primeros minutos del día empezaban las actividades de la fiesta patronal con las danzas de los matachines, para luego seguir con las ceremonias de la eucaristía en varias ocasiones durante el día, y como complemento la participación en la kermés, pero ahora fue diferente, comentaron asistentes del templo.

De acuerdo a datos históricos sobre este santuario, la iglesia de San Lorenzo fue construida como oratorio en 1682; se edificó un oratorio en las orillas del río Bravo, hasta donde acudían cientos de fieles.

En ese entonces la gente pedía que lloviera porque sólo vivía del campo y las sequías comenzaron a terminar con las cosechas, pero un buen día se registró un aguacero que se llevó hasta la parroquia.

La corriente de agua se llevó la pequeña imagen de madera de San Lorenzo que estaba en el lugar, pero esa imagen fue encontrada río abajo, se dice que intacta pero esos son detalles difíciles de comprobar, prosigue.

Luego que de los habitantes de la zona observaron las afectaciones por la lluvia, decidieron colocar el templo dos kilómetros hacia el sur.

En 1830, se sabe que el sacerdote Luis Díaz de Luján, de la parroquia de Guadalupe, pidió al Cabildo de Durango, en donde se encontraba la Diócesis de la Zona Norte, el permiso para construir la nueva iglesia y se dio el 29 de octubre de ese año.

Desde ese entonces el templo fue edificado en lo que hoy es el cruce de las calles Valle de Juárez y Rafael Pérez Serna.