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Juárez

Reactivan el cuerpo y su vida

La actividad no realizada durante el período de confinamiento afectó a las personas de manera física y emocional, por lo que ahora asisten a terapia

Alejandra Gómez
El Diario de Juárez

jueves, 28 octubre 2021 | 13:23

José Luis González / Cortesía | Paciente durante una sesión de masaje

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Desde el 2017 Víctor Ochoa, de 20 años, se ha dedicado a arbitrar en partidos de futbol. Tanto su condición como su dedicación lo convirtieron en un prospecto para convertirse en un profesional de la Federación Mexicana de Futbol, pero la pandemia por Covid-19 lo obligó al sedentarismo y con el tiempo perdió tanto su estado como la oportunidad de subir de categoría.

Además, la reactivación repentina a la que se vio sometido su cuerpo, luego de que los partidos de futbol regresaron, le provocó malestares físicos, por lo que cada mes asiste a terapia con el objetivo de aliviar el dolor y recuperar el ritmo que tenía antes de que las actividades sociales fueran suspendidas como una medida para combatir la propagación del virus. 

“Al momento en que alguien deja de hacer una determinada actividad física por cierto tiempo, un mes como mínimo, y cuando se regresa y se quiere volver al mismo ritmo que se tenía, el cuerpo no responde de la misma manera porque se le dejó de capacitar, ya no se le entrenó, entonces aparecen problemas graves”, dijo el terapeuta físico, Daniel Zúñiga.

Las lesiones no sólo se hicieron presentes en jóvenes como Víctor; también en niños que durante la pandemia adoptaron el sedentarismo como un estilo de vida ante el cierre general de espacios de entretenimiento y actividades sociales, incluso de los planteles educativos en que los estudiantes se mantenían en constante movimiento. 

“Todos se comenzaron a lesionar, hubo una crisis muy grave en esa cuestión, nos impresionó y fue por eso que investigamos de dónde provenía el problema, y la respuesta fue la pandemia, el sedentarismo y el estrés que todo esto generaba. Lo vivió tanto el trabajador como la ama de casa y el niño que estuvo encerrado”, explicó Zúñiga. 

Además, señaló que el estilo de vida adoptado durante el período de confinamiento no sólo afectó al cuerpo de manera física, también en su interior: el estrés laboral generó en sus pacientes el incremento de obesidad y presión alta, además de problemas de migraña, colitis, gastritis, entre otras afectaciones.

Cuando Víctor regresó a las canchas de futbol, se percató de que su condición se había visto afectada e incluso al final de cada jornada su cuerpo resentía el trabajo por medio de dolores musculares. Por ello decidió asistir a terapia, pues espera volver a trabajar de la misma manera que antes y, sobre todo, convertirse una vez más en candidato para ser árbitro profesional. 

Sobre una camilla en el interior del centro Kurapa, ubicado en la Plaza del Sol, cada fin de mes Víctor es atendido por la entrenadora deportiva Aimme García, quien lo trata con electroterapia, aplicación de ventosas y luz infrarroja a fin de curar los malestares que ha comenzado a tener sobre su espalda alta en consecuencia de la repentina activación física a la que sometió su cuerpo. 

A corto plazo, las personas tienden a adaptarse a las lesiones y el estrés causado por el cambio de rutina y la sobrecarga de trabajo, pero no atenderse puede provocar un incremento de dolor, y con el tiempo podría agudizarse hasta tener que recibir tratamientos invasivos, explicó el terapeuta Zúñiga.

agomez@redaccion.diario.com.mx

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