Juárez

‘No nos vamos a ir si no es a Estados Unidos’

Hay 2 mil 900 mexicanos en tres campamentos junto a los puentes

Hérika Martínez Prado
El Diario de Juárez

sábado, 26 octubre 2019 | 06:00

Gabriel Cardona / David Cruz / El Diario

Ciudad Juárez— “Nunca en mi vida había sentido tanto frío como anoche, pero no nos vamos a ir si no es a Estados Unidos”, aseguró Nora, quien ayer cumplió un mes viviendo en el parque El Chamizal junto a su esposo y sus hijos 13, 11 y sus gemelas de 6 años de edad.

Pese al brusco descenso en la temperatura que se vivió durante la madrugada de ayer, la gran mayoría de los casi 2 mil 900 migrantes mexicanos que permanecen en tres campamentos junto a los puentes internacionales de Ciudad Juárez, en busca de asilo político en Estados Unidos, se negaron a ir a un albergue. 

Otros como Mary, su esposo y su cuñada, decidieron regresar ayer con cinco niños a Zacatecas después de permanecer más de un mes junto al llamado Puente Libre, debido a que no soportaron la llegada del frente frío número 7.

“Para venirnos pedimos prestado, ahora voy a trabajar para pagar ese dinero”, lamentó su esposo quien dijo trabajar en la agricultura del frijol y haber venido a la frontera con la ilusión de lograr el llamado sueño americano en el vecino país. 

Dijo que a poco más de 40 familias de que les tocara su turno de cruzar la frontera los venció el frío y debido a que la pareja traía a dos niños y su hermana a tres más, decidieron no arriesgarlos.

Hasta el jueves, la Cruz Roja se estimaba la presencia de 2 mil 900 connacionales acampanado junto a los puentes internacionales Paso del Norte- Santa Fe, Córdova-Américas y Zaragoza-Ysleta, más del 60 por ciento de ellos menores de edad, es decir más de mil 740 niños y adolescentes.

Entre el éxodo de los mexicanos se encuentran ocho niños de cero a un año de nacidos y 14 mujeres embarazadas, informó Gabriel Reyes, director de la institución. 

Se trata principalmente de personas de Michoacán, Zacatecas y Guerrero, aunque también se han detectado de otras entidades como Durango, Veracruz, Oaxaca, Chihuahua y el Estado de México, quienes en la mayoría de los casos son desplazados de la violencia en sus comunidades.

Aunque desde la noche del jueves se les ofreció el traslado a la Casa del Migrante, el Centro Integrador para Migrantes Leona Vicario y el albergue Pan y Vida, casi la totalidad prefirió permanecer en los campamentos.

“Nos abrigamos, nos metimos (a la casa de campaña) y con las cobijas”, dijo Nora, cuya hija confesó que ella sí sufrió mucho toda la noche debido a que la su casa de campaña ya no cierra bien y le entraba el viento. 

Los migrantes aseguraron que no se quieren mover de los campamentos porque la mayoría ya tiene semanas en ellos y todos los días llegan más familias, por lo que temen que los agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP), le permitan la entrada a su país a quienes acaban de llegar.

Por ello, pidieron la comprensión y el apoyo de la ciudadanía para que les donen chamarras, ropa interior, sudaderas, pantaloneras, calcetas, calcetines y tenis, ya que la mayoría llegaron a la ciudad pensando que cruzarían inmediatamente la frontera y no trajeron ropa.

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