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Juárez

Ni con helicóptero alejan a migrantes

Agentes de Texas sobrevuelan el campamento en el bordo para tratar de ahuyentarlos con remolinos

Staff
El Diario de Juárez

viernes, 29 marzo 2024 | 07:01

Hérika Martínez Prado / El Diario de Juárez

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Ciudad de México.- Además de rodear la puerta del muro fronterizo ubicada en el marcador internacional número 36 con rejas y rollos de alambre de púas, agentes de Texas buscan inhibir el ingreso irregular de migrantes a Estados Unidos provocando remolinos con un helicóptero que voló sobre ellos.

“Mi niño está enfermo del pulmón, tiene una operación reciente, por eso tuvimos que salir de Ecuador”, narró ayer la madre de Winsin, de un año de edad, quien después de protegerlo en medio de la tolvanera tuvo que salir del campamento improvisado que realizaron otros migrantes en el cauce internacional, para seguir caminando sobre el bordo mexicano, lejos del polvo que levantaba el helicóptero cuando daba vueltas sobre ellos.

En un lapso de 24 minutos, el helicóptero texano sobrevoló al menos seis ocasiones sobre ellos, y en dos ocasiones se quedó unos minutos sobre un grupo de aproximadamente 50 personas, entre las que se encontraban familias con niños, niñas y adolescentes, entre ellos Winsin y Sebastián, de uno y 2 años de edad.

“Hay niños, hay niños”, gritaba un hombre luego de que al pasar sobre ellos, el helicóptero sobrevolaba a una altura menor, por lo que ellos se protegían con cobijas y cartones.

También hizo lo mismo con tres migrantes que se encontraban junto al cerco de púas, quienes corrieron nuevamente hacia el río cuando los envolvieron el viento y la tierra provocados por el helicóptero.

Además del muro conformado por barrotes de acero instalados por el expresidente Donald Trump, en las últimas semanas el gobierno del republicano Greg Abbott levantó una malla metálica rodeada de púas sobre el bordo estadounidense y en los últimos días colocó otra malla y más rollos de concertina sobre el río Grande.

Los alambres obligan a algunas personas a caminar entre el agua y el lodo del cauce internacional mientras buscan un lugar por dónde subir al bordo estadounidense, mientras que otras acampan a más de cien metros de distancia del marcador internacional número 36 con la esperanza de llegar hasta los agentes de la Patrulla Fronteriza del Sector El Paso; sin embargo, la gran mayoría de quienes han logrado vencer los “muros de Abbott” son devueltos por la Guardia Nacional de Texas.

“Tenemos tres días aquí, intentando pasar”, “yo tengo 24 horas, aquí pasamos la noche”, narraron ayer un migrante venezolano y un ecuatoriano quienes formaron un grupo con cinco personas más para seguir intentando hoy ingresar al vecino país.

Agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) recorrían también el bordo del río Bravo a bordo de al menos tres unidades para pedirle a la gente que se fuera a un albergue y buscara una cita a través de la aplicación móvil CBP One, pero la mayoría de los migrantes tienen miedo a ser detenidos en las calles de la ciudad y devueltos al sur de México.

“Le preguntamos si podíamos ir a un albergue y nos dijo que si queríamos nos llevaban con Grupo Beta, pero le pregunté que si no nos detendrían para llevarnos a Tapachula y lo que me dijo fue: ¿por qué, no les gusta Tapachula? Entonces no nos negó que podrían regresarnos”, narró el papá de Winsin después de acercarse a un agente federal.

Mientras tanto, la Guardia Nacional de Texas les pedía a los migrantes que acudieran a un puente internacional para que no ingresaran de manera irregular y fueran deportados hasta sus países con un castigo para no poder entrar a Estados Unidos durante cinco años.

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