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Juárez

Llevan comida a migrantes

Iglesia Salmo Cien y Ángeles Mensajeros apoyan a los que se han quedado sin recursos

Hérika Martínez Prado / El Diario de Juárez

lunes, 15 abril 2024 | 14:02

Cortesía

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Ciudad Juárez.- Integrantes de la iglesia cristiana Salmo Cien y del colectivo Ángeles Mensajeros por la Paz, han acudido durante las últimas semanas hasta dos veces al día a repartir alimentos a cientos de personas migrantes que permanecen en los límites de la frontera entre Ciudad Juárez y El Paso.

“Son los migrantes más pobres de los pobres, muchos ya no traen recursos porque se les ha acabado el dinero y a otros los han robado. También hay un tema generalizado del temor que tienen a los grupos criminales que operan a la orilla del río Bravo”, externó el pastor Carlos Mayorga, quien ayer repartió caldo de pollo entre quienes esperaban ingrehasta dos veces al día sar a Estados Unidos.

Mayorga informó que recorre el bordo mexicano, desde la altura de la calle Arizona hasta el puente internacional Zaragoza, en busca de grupos de personas en situación de movilidad, a quienes reparte lo que para muchos a veces es su única comida del día.

Los alimentos que proporciona, entre los que se encuentran pan, fruta, ensaladas, lonches, burritos e incluso un plato de comida caliente y agua, son recabados por el colectivo, seguidores de la iglesia y reciben el apoyo del misionero Pablo Briones, de El Paso.

“Lo que hacemos es que conseguimos los recursos, conseguimos la comida, el café, el agua purificada, y en dos tiempos vamos y les repartimos la comida, tanto en la tarde como en la noche. La intención es ayudar, es aligerar la carga, porque muchos de ellos ya no traen recursos o fueron estafados o fueron robados y en este momento no tienen más que la caridad de la gente que se está acercando al río Bravo”, informó.

Además de repartirles los alimentos, el pastor ora con los migrantes y les aconseja trabajar y actuar bien en Estados Unidos, para evitar que su proceso migratorio sea interrumpido.

“Ellos están en espera de poder cruzar en la primera oportunidad que se presente y están durmiendo, están descansando a la orilla del río Bravo… nosotros nos acercamos, brincamos los charcos hasta donde podemos y les entregamos la comida, porque vemos que ninguna institución está acudiendo a ayudarlos”, destacó el pastor.

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