Juárez

‘La gente ya está despertando’

Madres de víctimas de desaparición y feminicidio, así como niños, hombres y mujeres rechazan la violencia de género

Hérika Martínez Prado
El Diario de Juárez

lunes, 09 marzo 2020 | 12:05

Carlos Sánchez/El Diario de Juárez Carlos Sánchez/El Diario de Juárez Carlos Sánchez/El Diario de Juárez

Ciudad Juárez— Más de 2 mil mujeres, encabezadas por madres de víctimas de desaparición y feminicidio, se manifestaron ayer durante la marcha del Día Internacional de la Mujer, contra la violencia de género en Ciudad Juárez, donde suman ya más de 27 años de la documentación del feminicidio. 

“No estamos solas, caminamos juntas” fue la convocatoria a la que respondieron las manifestantes fronterizas en un momento histórico “de hartazgo contra la violencia”, para visibilizar la violencia y la falta de políticas para la equidad de género.

"La gente ya está despertando, ya está viendo que la violencia va al alza, que las muertes de mujeres son reales, y se está uniendo”, destacó Luz del Carmen, madre de Luz Angélica Mena Flores, desaparecida el 4 de agosto del 2008 a los 19 años de edad.

Niños, jóvenes, mujeres (incluso algunas iban a caballo) y hombres, se reunieron en la Cruz de Clavos contra el feminicidio ubicada en el Puente Internacional Paso del Norte, de donde caminaron sobre la avenida Juárez hasta llegar a la avenida 16 de Septiembre, para después dirigirse a la Vicente Guerrero y llegar al Monumento a Benito Juárez.

“Ni una más, ni una más, ni una asesinada más”, “Justicia” y “¿Dónde están?, ¿dónde están?, ¿nuestras hijas dónde están?”, fueron parte de las consignas que gritaron las madres y que fueron replicadas por los más de 2 mil manifestantes que unieron su voz a las de las madres durante la manifestación por el Centro de Ciudad Juárez.

Las madres también pidieron a las mujeres de Juárez unirse contra una sola causa, ya que al llegar al Monumento un grupo integrantes de colectivos de mujeres reclamó a las organizaciones civiles de trabajar con recursos del Estado. 

“Estos asuntos deben ser personales, no mezclarlos en este día. Porque estamos aquí para exigir respeto y justicia para todas, no nada más para mi hija… Hoy nos sentimos cobijadas… la gente ya está abriendo los ojos ante la violencia, se está sumando para decir que no pase más”, dijo Perla Reyes, madre de Jocelyn Calderón Reyes, desaparecida desde el 30 de diciembre de 2012, a los 13 años de edad.

En Ciudad Juárez, durante 2019 el Observatorio Ciudadano de Justicia Especializado en Género, un proyecto de la Red Mesa de Mujeres, registró 180 asesinatos dolosos cometidos contra mujeres. Dicha cifra representó un aumento del 71.4 por ciento en la incidencia del delito en comparación con el año anterior, ya que en 2018 se registraron 105 feminicidios.

Hasta el 5 de marzo de este año, el Observatorio tenía registrados los asesinatos de 23 mujeres más en esta frontera. 

Según datos de la Fiscalía General del Estado, estadísticas obtenidas a través de Transparencia Acceso a la Información Pública del Estado de Chihuahua, seguimientos periodísticos y documentación sobre el feminicidio, de 1993 a la fecha han sido asesinadas al menos 2 mil 160 niñas, adolescentes, jóvenes y mujeres adultas en Ciudad Juárez y el Valle de Juárez. 

La marcha a la que se unieron ayer mujeres ajenas a organizaciones y colectivos, fue convocada por la Red Mesa de Mujeres de Ciudad Juárez, la cual agrupa a organizaciones sociales defensoras de las mujeres que buscan construir una cultura de igualdad de género, respeto a los derechos humanos, desarrollo social y calidad de vida.

Durante la marcha, integrantes de Casa Amiga Esther Chávez Cano, Sin Violencia A.C., Programa Compañeros, la Organización Popular Independiente (OPI) demandaron al Poder Ejecutivo, en sus ámbitos federal, estatal y municipal, “educación y cultura para erradicar las ideas y prácticas que fomentan la discriminación por género; así como que se brinde atención médica, psicológica o psicológica gratuita, inmediata, adecuada y efectiva a través de las instituciones estatales de salud a todas las víctimas directas, indirectas o potenciales relacionadas con hechos de violencia contra las mujeres”. 

También demandaron que se consoliden los instrumentos operativos de investigación y acceso a la justicia de la perspectiva de género. Que se garanticen las condiciones laborales suficientes y adecuadas para que el personal que atiende a las víctimas de violencia de género cumpla con las obligaciones en materia de derechos humanos y perspectiva de género.

Y que se garanticen los mecanismos ya definidos en la ley para la coordinación entre los tres órdenes de gobierno, así como con el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia.

Al poder legislativo, federal y local, así como a los cabildos locales, las activistas les demandaron que sustente los procesos legislativos en el cumplimiento de los más altos estándares de derechos humanos, pues los debates actuales siguen poniendo en riesgo y desconociendo los fundamentos básicos de la libertad de las mujeres.

Que la asignación de presupuesto sea proporcional a la gravedad de los hechos vigentes de violaciones a derechos humanos y que se exija la rendición de cuentas de las dependencias del poder ejecutivo, instancias autónomas y del poder judicial esté acorde a los indicadores de derechos humanos y permita una evaluación comparable a lo largo del tiempo y siempre con participación ciudadana. 

Las activistas también demandaron al poder judicial que realice una profunda revisión de los criterios y prácticas que todavía se realizan en la administración de justicia para dar cumplimiento pleno a la erradicación de la impunidad en los hechos que son denunciados de violencia contra las mujeres.

Exigieron que se garantice el cabal cumplimiento a la obligación ya establecida en sus criterios de jurisprudencia para juzgar con perspectiva de género. Lo cual requiere de consolidar una estructura institucional con unidades de registro de información para lograr hacer un análisis del contexto, así como para identificar las medidas más adecuadas para una reparación del daño integral, con el objetivo de eliminar toda discriminación y privilegio por género. 

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el Día Internacional de la Mujer surgió a partir de las actividades del movimiento sindical que se registró a principios del siglo XX en América del Norte y Europa.

El 8 de marzo de 1857 se realizó la primera gran manifestación pública de las obreras de la industria textil en Nueva York, quienes buscaban mejorar sus condiciones laborales. Su huelga no tuvo éxito, pues los propietarios de las fábricas se rehusaron a conceder sus peticiones. 

En 1910 se realizaron nuevas manifestaciones, una vez más sus peticiones fueron ignoradas. Al año siguiente, el 15 de marzo, un incendio en la fábrica Shirtwaist Triangle causó la muerte de 146 mujeres. Las obreras quedaron atrapadas, ya que las puertas estaban cerradas con llave y murieron quemadas.

A partir de estas luchas, la ONU conmemoró por primera vez en 1975 el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer.

Para el director del Observatorio de Violencia Social y de Género de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ), Alfredo Limas Hernández, la violencia feminicida tiene que ver con que además de que no han habido esfuerzos adecuados y suficientes para abatir la cultura sexista, machista, de violencia objetificadora de los cuerpos de niñas y jóvenes, en Juárez hay una violencia estructural que está asociada a la producción de riqueza, no solo a la objetificación que es global. 

“Yo es la primera vez que vengo a una marcha, porque no quiero que maten a mi amiga, no quiero que maten a mi hermana a mi mamá o a mí. Tenemos que unirnos y exigir seguridad para todas las mujeres… tenemos que despertar”, pidió Alma Cruz, una joven estudiante de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ). (Hérika Martínez Prado / El Diario)

hmartinez@redaccion.diario.com.mx

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