Exponen trazos de la realidad migrante

Ciudad Juárez— Los trazos de la realidad de la migración en el mundo están expuestos desde la semana pasada en las paredes del Centro de Atención Integral para Migrantes (CAIM) de Ciudad Juárez.

Se trata de las obras del Concurso Nacional de Dibujo y Pintura Infantil y Juvenil “Todos los caminos, tus derechos van contigo”, en el que participaron niños y jóvenes de Chihuahua y otras entidades del país.

“En busca de un nuevo hogar”, pintado por la chihuahuense Melanie Sirenia Ambriz Ortiz, de 20 años de edad, es uno de los cuadros que pueden observar los migrantes, funcionarios y activistas que acuden a las oficinas estatales, así como “¡A toda máquina bestial!”, de Rebeca Ramón Pérez, de 15 años, originaria de Nuevo Laredo, Tamaulipas, en el que se observa el dibujo de una mujer derramando lágrimas sobre las vías del tren de carga que es utilizado por los migrantes en México para llegar hasta la frontera, llamado “La Bestia”.  Otro de los cuadros muestra al niño sirio Alan Kurdi, de tres años de edad, cuyo cuerpo fue encontrado ahogado en septiembre de 2015 en una playa de Turquía, pero esta vez fue pintado sobre una cama, en una habitación cuyas paredes son azules y sobre el techo cuelgan la Luna y las estrellas. 

Otra de las imágenes muestra a una madre migrante caminando sobre las vías del tren con una hija de la mano, quien voltea hacia atrás, y un bebé cargado en la espalda. 

Un muro fronterizo lleno de migrantes que atraviesan el río Bravo con sus hijos en brazos, en busca del llamando “sueño americano”, es otra de las pinturas en las que se reflejan los viajeros. 

“Lo que hemos hecho es imprimir los primeros lugares del concurso en el que el tema era preponderantemente la migración, y se presentaron trabajos verdaderamente muy interesantes en varias categorías de niños y jóvenes de todo el país”, dijo Enrique Valenzuela, coordinador del Consejo Estatal de Población (Coespo). 

También se muestran imágenes como la de tres niños huyendo en un barco, buscando alcanzar la libertad, la salud, la paz, la educación y sus sueños, lejos de su nación. 

“Son manifestaciones artísticas que en algunos casos encierran un mensaje esperanzador y en otros casos casi desgarradores. Encontramos que (el CAIM) era un buen punto en donde reconocer y en donde exhibir el trabajo que prepararon niños y adolescentes de todo el país”, señaló Valenzuela.