Entre la angustia y el dolor

Ciudad Juárez.— Daniel Armando vivía en Ciudad Juárez, pero la Semana Santa de 2012 fue a visitar a su familia a la ciudad de Jiménez, desde donde el 6 de abril habló con su mamá y le dijo que había comido capirotada de su tía. Ésa fue la última vez que hablaron, porque ese mismo día el adolescente de 17 años fue desaparecido. 

“Estaba muy contento porque precisamente ese 6 de abril cayó en Viernes Santo, y me dijo: ‘acabo de comer capirotada, mamá, con mi tía’… él andaba en una motocicleta, y allá se usa que se van a las Acequias y de regreso él se me desapareció”, narró ayer su mamá, Luz Elena Ramos, quien ha dedicado la última década de su vida a buscarlo. 

La motocicleta en la que viajaba Daniel Armando Guzmán Ramos fue localizada

abandonada en un basurero de Jiménez por dos agentes de la Policía municipal, pero él nunca ha sido encontrado. 

“Estos diez años han sido los más difíciles de mi vida, estamos como muertos vivientes; lo mío ya no es vida, mi vida me la cambiaron”, confesó ayer su madre durante la inauguración del mural con el rostro de su hijo en el Memorial Permanente a las Personas Desaparecidas, ubicado en el Parque Borunda.

Su padre, Macario Ojeda, pintó el rostro de su hijo y la recompensa de 200 mil pesos que ofrece la Comisión Estatal de Búsqueda, con el fin de exigir a las autoridades que investiguen su paradero y con la esperanza de que la comunidad pueda reconocerlo. 

“Información dentro de la investigación deduce que la Policía municipal de Jiménez estuvo involucrada en la desaparición de Daniel Armando, lo que tipificaría el delito de una desaparición forzada; sin embargo, la Fiscalía de Jiménez no lo ha reconocido como tal, porque según su versión falta más información para inculpar a los servidores públicos”, reclamó Alejandro Durán, líder del Colectivo de Familias Unidas por la Verdad y la Justicia, que es asesorado por el Centro de Derechos Humanos Paso del Norte (CDHPN).

Durán, quien también es hermano del juarense César Gonzalo Durán Calderón, desaparecido en julio de 2011 en la ciudad de Cuauhtémoc, pidió a la Fiscalía General del Estado (FGE) que busque a Daniel Armando y que se reúna con las víctimas de desaparición en Ciudad Juárez, así como con quienes desde aquí luchan por el regreso de sus familiares desaparecidos en otras entidades del estado. 

“Desde marzo de 2020 se ha solicitado a la Fiscalía Especializada en Violaciones a Derechos Humanos (FEVDH) que atraiga el caso, por ser de su competencia al tratarse de una desaparición forzada; sin embargo, ha respondido de manera formal que el caso no cumple con los criterios de priorización y han respondido en sentido negativo a la petición”, reclamó ayer frente al mural plasmado en la barda de la Secundaria Federal número 1, que les fue prestada a los familiares. 

Con la pregunta “¿Dónde están?” escrita sobre su cubrebocas, Luz Elena narró que en una década ha realizado caminatas y múltiples manifestaciones, así como rastreos en busca de su hijo. 

“A la ciudadanía le pido que se concientice, que si lo ven, si saben algo nos hagan una llamada, para nosotros es tan importante. Y a las autoridades, pues que le echen ganas, hoy somos nosotros (luego), puede ser alguien de su familia, que se pongan en nuestro lugar. Este dolor es tan pesado”, externó. 

La madre de Daniel y los integrantes del colectivo pidieron a la Fiscalía de Jiménez que tipifique la carpeta de investigación a desaparición forzada de personas; a la Fiscalía Especializada en Violaciones a Derechos Humanos, que atraiga la carpeta de investigación por ser de su competencia; y a las autoridades municipales, que reconozcan y cuiden el Memorial Permanente de Personas Desaparecidas, ubicado en el Parque Borunda. 

De acuerdo con el Registro Nacional de Personas Desaparecidas, en México existe el reporte de 98 mil 711 personas desaparecidas y no localizadas, 3 mil 461 de ellas en Chihuahua, y la gran mayoría entre 2007 y 2019.