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Juárez

Buscan espacio en albergues donde puedan salir a trabajar

Cuenta sudamericano que no fue recibido en el Centro Leona Vicario por tratarse de un hombre solo y sin familia

Hérika Martínez Prado / El Diario de Juárez

martes, 29 noviembre 2022 | 06:00

Lorenzo Hernández / El Diario de Juárez | Migrantes deambulan cerca del río Bravo

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Ciudad Juárez.— Tras ser desalojados del bordo del río Bravo, migrantes venezolanos buscaron ayer en Ciudad Juárez albergues en los cuales se les permita salir a trabajar para poder enviarle dinero a sus familias. 

“Yo vengo solo, y quiero un albergue en donde pueda salir a trabajar para mandarle algo de dinero a la familia, tengo dos niños de 3 y 10 años y la mujer”, dijo Luis González, de 29 años de edad, quien continuaba esperando un espacio humanitario en el que pudiera salir a trabajar debido a que el domingo fue trasladado en el Centro Integrador para Migrantes Leona Vicario, pero por tratarse de un hombre solo y no ir con familia no fue recibido. 

El venezolano, que salió de su casa el 12 de septiembre con la esperanza de llegar a Estados Unidos, dijo que tiene casi tres semanas en esta frontera, en donde la noche del domingo tuvo que dormir en una cochera frente al bordo del río Bravo después de haber sido rechazado del albergue federal. 

“Ya no hay lugar allá, yo fui anoche (el domingo) para allá y me volvieron a regresar para acá, porque me dijeron que ya no había espacio, que había espacio pero para familias, pero para hombres o personas solas no había espacio. Y volví a regresarme para acá, pero yo fui con la intención de quedarme porque ese Leona sí da permiso para que uno salga a trabajar”, narró. 

‘Yo era comerciante’

Ayer, Luis dijo que esperaría en donde le dijo personal federal mientras le conseguían un espacio en la red de albergues de Ciudad Juárez, debido al temor que tenía de encontrarse nuevamente con los policías municipales. 

“Yo era comerciante, trabajábamos con frutas, verduras. Yo busco trabajo en lo que sea, yo trabajo en lo que salga, con tal que nos paguen algo digno porque hay gente que se quiere pasar porque somos migrantes, pero algo digno. Habemos varios buscando un albergue en el que podamos salir a trabajar, somos más de diez”, aseguró. 

Alyane y John, de 23 y 26 años de edad, también buscaban un albergue en el que pudieran salir a trabajar, por lo cual acudieron al Consejo Estatal de Población (Coespo) y a Grupo Beta en busca de un espacio de puertas abiertas para reunir dinero mientras esperan en Ciudad Juárez. 

Las leyes estadounidenses

Después de recibir a más de 20 mil venezolanos durante septiembre, el 12 de octubre, el Gobierno de Joe Biden informó por medio de un comunicado de prensa que Estados Unidos comenzaría un nuevo programa para dicha nacionalidad. 

Ese mismo día, en coordinación con México, Estados Unidos devolvió a Ciudad Juárez al primer grupo de decenas de venezolanos a través del Título 42, una orden de salud pública que argumenta que los migrantes representan un grave riesgo para la propagación del Covid-19 entre su población. 

El programa anunciado por el secretario de Seguridad Nacional (DHS), Alejandro N. Mayorkas, consiste en la recepción de 24 mil venezolanos en Estados Unidos, pero sólo será vía aérea, y tras un registro previo, mientras que quienes ingresan a través de las fronteras mexicanas son devueltos.

Desde el 12 de octubre, grupos de sudamericanos comenzaron a dormir a la intemperie, dos días después comenzaron a acampar a los alrededores de (Coespo) y el 25 de octubre se instalaron sobre el bordo del río Bravo, frente a Estados Unidos, en espera del fin del Título 42.

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