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Juárez

Busca mejor vida para su familia

Con un sueldo de 25 dólares al mes como policía estatal, Ronny optó por salir de Venezuela

Hérika Martínez Prado / El Diario de Juárez

martes, 16 abril 2024 | 13:03

Hérika Martínez Prado / El Diario de Juárez

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Con un sueldo mensual de 25 dólares como policía estatal, Ronny Chirinos tuvo que salir de Venezuela en busca de una vida mejor para su esposa y sus dos hijos de 2 y 4 años de edad, narró ayer después de permanecer con ellos más de 20 horas en los límites de la frontera entre Ciudad Juárez y El Paso. 

“Con 25 dólares no se puede vivir, tiene que ser uno un policía corrupto para poder subsistir, hacer el mal; tienes que estar metido en la corrupción, porque en la calle se puede conseguir, pero no estamos para hacerle daño a nadie. Lo único que queremos es trabajar, queremos un futuro pa’nuestros hijos”, dijo el hombre de 36 años de edad. 

Narró que en noviembre de 2023 salió de Falcón, Venezuela con su esposa y sus hijos, por lo que tardaron cinco meses en llegar hasta la frontera con Estados Unidos, y aunque al cruzar el río Bravo/Grande ya están en dicho país, se encontraron con un cerco de púas vigilado por la Guardia Nacional de Texas que les impide llegar con los agentes de la Patrulla Fronteriza del Sector El Paso. 

“A nosotros nos dijeron que la puerta 36 estaba abierta, y así nosotros nos fuimos creando esa idea de que la puerta 36 estaba abierta, pensamos que íbamos a llegar y nos iban a formar en dos filas, una de familias y otra de solteros. Pero llegamos y nos topamos con la realidad acá”, conto Chirinos. 

Dijo que después de salir de Venezuela estuvieron en Ecuador y luego al avanzar hacia el norte cruzaron la selva del Tapón del Darién, entre Colombia y Panamá, aunque –igual que para muchas personas en situación de movilidad– lo más difícil fue cruzar México. 

“Viajamos en tren una parte, luego viajamos en taxis, nos ayudaron personas. En Chihuahua –en el campamento– duramos dos días, tres días. Uf, ahí hay muchas personas. Aquí llegamos de raite, como le dicen aquí. De hecho, no eran mexicanos, eran alemanes, nos trajeron hasta acá hasta Juárez, ellos iban a hacer un trabajo aquí, dijeron. Pasamos por frente de Migración, pero no nos vieron, el militar sí y nos dijo: pásenle, y así llegamos hasta acá”, relató. 

Ellos y otra familia de venezolanos, conformada por la mamá, el papá y un niño de 4 años de edad, llegaron hasta el río Bravo/Grande aproximadamente a las 4:00 de la tarde del domingo, cuando integrantes del colectivo Ángeles Mensajeros por la Paz de la iglesia cristiana Salmo 100, les repartían caldo de pollo y bebidas a los migrantes. 

Entre los marcadores internacionales número 35 y 36, rodeadas de alambres de púas, agentes de la Guardia Nacional de Texas y unidades del Instituto Nacional de Migración (INM), las dos familias sudamericanas pasaron la tarde y durmieron la noche del domingo en los espacios secos del río internacional. 

Ayer por la mañana, los dos padres, Ronny y Ángel Vides de 31 años de edad, comenzaron a caminar por la orilla del bordo mexicano en busca de un lugar por donde poder cruzar el cerco metálico, pero sólo lograron ver de lejos a grupos de migrantes que ya se encontraban junto al muro fronterizo en espera de ser procesados por la Patrulla Fronteriza. 

Ángel dijo que él trabajaba como taxista en su país, en donde un litro de aceite cuesta casi cinco dólares, por lo que no podía darle una buena calidad de vida a su hijo de 4 años de edad. 

“Le dije al militar que queríamos pasar a Estados Unidos y me levantó el dedo de su mano”, aseguró Ronny al mostrar el dedo medio de su mano derecha, antes de regresar con su familia al campamento improvisado a mitad del río.

hmartinez@redaccion.diario.com.mx

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