Juárez

Se suman cubanos al éxodo de venezolanos

De nuevo se acercan a la frontera con la intención de solicitar asilo

Hérika Martínez Prado
El Diario de Juárez
domingo, 18 septiembre 2022 | 10:02

Manuel Sáenz / El Diario de Juárez

Ciudad Juárez.- Migrantes de Cuba y Nicaragua, quienes también huyen de sus “regímenes represivos y autoritarios” se han sumado al éxodo de venezolanos que ingresan a Estados Unidos desde Ciudad Juárez a través del río Bravo, por lo que los agentes de la Patrulla Fronteriza comenzaron a procesarlos junto al muro fronterizo.

“En El Paso, CBP (Aduanas y Protección Fronteriza) está encontrando un número significativo de migrantes cubanos y venezolanos que han huido de los regímenes represivos y autoritarios de esos países. CBP también está encontrando un mayor número de migrantes que huyen de Nicaragua. Mientras que los nacionales de estos países presentan circunstancias únicas, CBP está ejecutando su plan, descomprimiendo el área, y procesando de manera segura y eficiente a los individuos para que sean puestos en procedimientos de aplicación de la ley de inmigración”, informó la autoridad estadounidense.

Debido a la excepción humanitaria al Título 42 con la que cuentan en Estados Unidos, cientos de migrantes venezolanos han convertido a Ciudad Juárez en su nueva ruta para cruzar la frontera en busca del asilo. Desde el sábado pasado, cientos han arribado a Ciudad Juárez.

El Título 42 es una política sanitaria instaurada por el expresidente Donald Trump desde marzo de 2020, la cual argumenta que los migrantes representa un “grave riesgo” para la propagación de Covid-19 entre la población estadounidense. Pero dicha política no aplica para los migrantes provenientes de países como Venezuela, Nicaragua y Cuba.

La Ciudad de El Paso ha comenzado además a trasladar a grupos de migrantes venezolanos a Nueva York, una ventaja que también han aprovechado quienes cruzan por esta frontera.

El pasado viernes, en un lapso de dos horas se observó el arribo de cerca de 100 migrantes, la mayoría de origen venezolano, entre ellos al menos 12 menores.

Entre los grupos caminaba una mujer vestida de túnica, turbante y sandalias, quien se protegía del sol con una sombrilla y era acompañada por tres menores, dos de los cuales desde el bordo estadounidense le gritaban a los militares mexicanos “agua, agua”.

Uno de los niños gritaba emocionado al ver que habían llegado al fin del muro fronterizo, pero lo hacía en un idioma distinto al español y al inglés.

Inician su registro

Con apoyo de oficiales de CBP, los elementos de la Patrulla Fronteriza del Sector El Paso colocaron desde la mañana del viernes carpas y sombras, además de botes de basura y tres baños portátiles frente a la frontera, para comenzar el registro de quienes llegan en busca de asilo.

Una vez que se entregan con los agentes de la Unidad de Búsqueda, Trauma y Rescate de la Patrulla Fronteriza (Borstar) de la Patrulla Fronteriza del Sector El Paso, los migrantes deben quitarse las cintas de los zapatos y cinturones y echarlos a los botes de la basura, para únicamente quedarse con sus documentos personales.

Después pasan a las carpas en donde los agentes de la Patrulla Fronteriza les toman sus datos y colocan sus documentos, celulares y dinero en una bolsa, con la cual son enviados a la parte de atrás para continuar con su procesamiento.

Algunos llegaron en grupo caminando junto al muro fronterizo desde el oriente hasta la zona en donde terminan los barrotes, en la frontera del Centro de El Paso con el de Juárez; otros arribaron al bordo mexicano, para luego cruzar el río internacional.

Elementos de la Guardia Nacional y del Instituto Nacional de Migración permanecieron ayer en los límites de México con Estados Unidos con la intención de inhibir la migración hacia Estados Unidos, sin embargo, los sudamericanos buscaban cruzar por las zonas que no estaban vigiladas.

La mayoría de ellos han viajado desde Chiapas u Oaxaca en camiones de pasajeros o vía aérea, ya que cuentan con un “salvoconducto” que les permite transitar libremente por México durante siete días, los cuales aprovechan para luego llegar al río Bravo y cruzar la frontera en busca de asilo en Estados Unidos, debido a que cuentan con una excepción a la política sanitaria de expulsión llamada Título 42.