Las historias

Casa de Adobe, vestigio de la Revolución

Por su ubicación, el cuartel se convirtió en un punto neutral del conflicto y despacho provisional del gobierno de Madero

Hérika Martínez Prado/
El Diario
miércoles, 20 noviembre 2019 | 06:00

Debido a su ubicación estratégica, en los límites con Estados Unidos, la Casa de Adobe funcionó de manera provisional como Palacio Nacional, cuartel militar y punto de reunión entre la prensa norteamericana y Francisco I. Madero, durante la Revolución Mexicana.

La pequeña vivienda de adobe ubicada en el entonces Rancho Flores, cuya reconstrucción es actualmente un museo, es visitada a lo largo del año por turistas de todo el mundo, destacó el historiador Daniel García.

“Este espacio se les facilita a los revolucionarios, a la junta revolucionaria, para sus actividades. Este lugar le fue útil a Francisco I. Madero y a su gente porque significaba una protección, ni al gobierno porfirista ni a los revolucionarios les convenía entablar un conflicto armado con Estados Unidos, y fue un lugar donde el señor Madero se pudo establecer fácilmente sin sufrir una agresión por parte del ejército federal”, explicó el encargado del museo.

Por su ubicación, la emblemática vivienda se convirtió en un punto neutral del conflicto, en el despacho provisional del gobierno de Madero y en el sitio desde donde el político daba a conocer su propuesta hacia el exterior, generar las simpatías y lograr conseguir apoyos para su causa.

AHÍ VIVIÓ MADERO

“Las fotos luego dan una imagen o una impresión de una especie mercado, más que de un lugar de la revolución, justamente porque la misma población de Juárez y El Paso, sabían que era un punto neutral a donde podían ir a visitar, saludar y mostrar su apoyo a Madero y a su gente sin ningún problema o temor de ser agredidos”, comentó García.

En la casa vivió Madero poco menos de dos meses, hasta que el 10 de mayo en la Toma de Juárez el ejército federal se rindió y él se trasladó al edificio de la Aduana Fronteriza, actual Museo de la Revolución en la Frontera (Muref).

“Casa de Adobe queda sola y ya no hay documentación de qué sucede posteriormente, porque toda la atención se centra en el ahora Museo de la Revolución y solamente son unos días más los que Madero permanece en el norte, porque con la Toma de Juárez se firman Los Tratados de Juárez, en los que se establece una negoción entre ambos bandos, y tanto Madero renuncia a su presidencia provisional y el Gobierno establecido de Porfirio Díaz, y nombran a un presidente interino, que es Francisco León de la Barra y Quijano”. Tras las elecciones Madero queda electo como nuevo presidente de México, narró.

De acuerdo con el historiador, existen fotografías de los años 60 sobre eventos públicos en los que se conmemora la Toma de Juárez. Entonces ya existía la noción de la Casa de Adobe, pero todavía no tenían muy claro su significado, de acuerdo con el historiador.

El actual Museo Casa de Adobe es una reconstrucción, ya que la casa originalmente estaba ubicada unos metros atrás, donde actualmente hay unos árboles, los cuales se optaron por respetar y construir frente a ellos.

“No se sabe qué pasa con la casa, mucha gente dice que en un desborde del río Bravo, el agua se la lleva, algunas otras personas dicen que tuvo que ver con el desgaste natural del mismo material y el descuido. Lo cierto es que la casa desapareció más o menos hace unos 50 años”, dijo debido a la edad calculada de los árboles que crecieron en donde estaba.

Las fotografías que existen de la Casa de Adobe permitieron reconstruir su fachada de forma idéntica, pero debido a que era la casa del presidente no se conocía su interior.

De acuerdo con el historiador, en el actual museo los visitantes pueden conocer fotografías del campamento maderista, de la Toma de Juárez, de la época de la revolución y una ambientación mexicana, ya que de los artículos originales no se pudo rescatar nada.

Entre la museografía que más le llama la atención a los visitantes que recorren el lugar tanto de Juárez, El Paso y Las Cruces, como de Alemania, la India, Japón, África, Brasil Argentina, Chile y actualmente Cuba, se encuentran una estufa de 1889, una cama de hospital del Porfiriato y documentos de personajes como Inocente Ochoa.

También están un teléfono como el que utilizaba Madero, el cual pertenecía a la empresa estadounidense Bell Company, actualmente AT&T Communications, con quienes acordó que le pusieran una línea telefónica en su casa y a cambio él instaló en su fachada la imagen de la empresa; una campana que se aprecia en las fotografías de la época arriba de la puerta.

El museo también cuenta con un área de paleontología, que es la que más les llama la atención a los niños, al descubrir que Juárez era parte del Mar de Tetis hace millones de años, por lo que incluso muchos acuden con sus papás a recorrer los cerros cercanos y luego regresan a llevar fósiles, conchitas o piedras que encuentran, relató García.

Los migrantes cubanos han aportado también, ya que además de interesarse por la historia de México y de la región, han apoyado en una colección de billetes y monedas antiguos que tiene el museo.

Museo Casa de Adobe abre sus puertas de martes a domingo de 10:00 de la mañana a 4:00 de la tarde, pero debido a que sólo existe un encargado, cuando tiene que acudir a capacitaciones cambia los horarios, lo cual es previamente avisado a través del Facebook e Instagram Museo Casa Adobe. (Hérika Martínez Prado / El Diario)