Alzan las manos por el río Bravo

Con flores, canela y salvia, activistas y habitantes de Ciudad Juárez y El Paso, agradecieron ayer al río Bravo por su existencia y demandaron a las autoridades la urgencia de emprender acciones para su restauración y conservación.

El evento comenzó con la primera “Caminata por el Río Bravo”, de la Plaza de las Banderas hasta el río internacional, en la que portaron pancartas, tambores y flores, con el fin de concientizar a la población binacional sobre las problemáticas actuales que vive la frontera natural entre México y Estados Unidos.

Al arribar a los límites de la frontera, los participantes descendieron del bordo mexicano, en donde, guiados por el colectivo Flores de Bach Juárez, oraron, meditaron y luego ofrecieron las flores, canela y la salvia al río, según una tradición centenaria de las comunidades ribereñas.

“Las políticas binacionales entre México y Estados Unidos no priorizan la salud del Bravo y los ecosistemas. Es por ello que actualmente el río presenta un estado de salud crítico, ya que ha sido contaminado por metales pesados, aguas negras y, adicionalmente, no tiene caudal natural en ciertas zonas”, destacaron integrantes del colectivo Defensa del Río Bravo. 

A través de los siglos, la cuenca del río Bravo ha irrigado un desierto en su trayecto desde las montañas de Colorado hasta desembocar en el Golfo de México. Y ha sido el hogar de múltiples especies animales, incluyendo aves migratorias, cuya existencia está en peligro por la alteración y destrucción de su hábitat, agregaron. 

“La Junta Municipal de Agua y Saneamiento, como parte de su negligencia, está derramando muchos litros de aguas negras hacia el río, se van por gravedad, porque hay varios colectores, son aproximadamente siete u ocho colectores que no están funcionando bien, son colectores pluviales a los que hay que darles mantenimiento; y la parte más grave está en la zona de Anapra, hay cuatro colectores que constantemente ya juntos son 80 litros por segundo de aguas negras al río. Entonces, todo lo que ven correr, la gran mayoría, son aguas negras”, señaló el biólogo Damián López Peña, vocero de Defensa del Río Bravo. 

Dijo que aunque ya pidieron una reunión con los directivos de la JMAS, no han tenido respuesta, por lo que pusieron una denuncia ante la Procuraduría Federal de Protección Ambiental (Profepa) con la cual tendrán una reunión la próxima semana. 

López Peña destacó que el río Bravo, llamado río Grande en Estados Unidos, es el más largo de México, el quinto en América del Norte y el número 24 en el mundo. Desde 1848 y a raíz de los términos del Tratado Guadalupe-Hidalgo pasó a delimitar la frontera con los Estados Unidos, destacaron. 

En su búsqueda del mar, el río Bravo cruza las comunidades binacionales de Ciudad Juárez-El Paso, Ojinaga-Presidio, Ciudad Acuña-Del Río, Piedras Negras-Eagle Pass, Nuevo Laredo-Laredo, Reynosa-McAllen y Matamoros-Brownsville.

Los asistentes caminaron finalmente al Museo de Arqueología e Historia de El Chamizal, en donde participaron en acciones artísticas.

Para mayor información puede visitar la página de Facebook Defensa del Río Bravo, cuyos integrantes se reúnen cada domingo en el Edificio de los Sueños, ubicado en la Plaza Cervantina.