Acechan ‘coyotes’ el bordo del Bravo

Mientras estaba en la orilla del río Bravo, cerca de la avenida Arizona, viendo con su hijo el cauce que en días próximos crecerá a causa de la apertura del flujo desde Estados Unidos, “Pedro” (cuyo nombre real se reserva por motivos de seguridad) fue abordado por presuntos criminales que los ahuyentaron hacia otra parte que no fuera esa zona.

“Sentí miedo... Nos dimos la vuelta y nos fuimos. Con tantos soldados y cámaras en la ciudad, parece que seguimos perdiendo territorio ante el crimen organizado”, sugirió Pedro, que junto con su hijo terminó yéndose del lugar para mantenerse a salvo. 

Este caso no ha sido el único en el que se alerta de una probable presencia de “halcones” o “coyotes” resguardando la zona del Bravo ante la presencia de migrantes, connacionales y extranjeros, en Ciudad Juárez.

Sin embargo, la Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM) no cuenta con reportes por estas intimidaciones ni por denuncias ciudadanas ni como resultado de los rondines que se realizan por el bulevar Juan Pablo II, que se encuentra en paralelo con el río que delimita la frontera entre Estados Unidos y México. 

‘Váyanse’

José fue al río y sin estar realizando ninguna actividad sospechosa, se percató de que “un par de sujetos con capuchas y lentes obscuros salieron desde la parte seca del río” a preguntarles qué hacían ahí. 

No hacían nada. Fueron a ver un río que se mantiene seco la mayoría del año, pero que estaba por crecer su cauce gracias al pacto entre los dos países que comparten el Grande o Bravo. 

“Váyanse para allá”, les dijo uno de los hombres encapuchados, luego de que José dijo que no hacían nada en particular más que ver el río y la frontera, “el bordo”, como se le llama en Ciudad Juárez.

A este medio han llegado también testimonios de, por ejemplo, un hombre que se orilló en el Juan Pablo II para responder una llamada, y fue abordado por personas que transitaban en el bulevar en una camioneta tipo SUV con vidrios oscuros y sin placas de circulación, quienes le cerraron el paso a su coche, y tras retirarse lo siguieron por algunos kilómetros.

El mismo tipo de vehículo siguió a otra persona, quien solicitó el anonimato, que se había detenido cerca de El Punto en su auto. 

Estas interacciones con probables criminales sucedieron, todas, durante el día, y no se realizó ningún reporte oficial por temor, de acuerdo con los testimonios. 

Desconfían autoridades de los relatos

El titular de la SSPM, César Omar Muñoz Morales, precisó que cuentan con cámaras en distintos puntos del bulevar, con las que podrían identificar este tipo de actividades socpechosas, además de que “tengo rondines, por lo menos en el día, cinco veces” en la zona en que Pedro fue intervenido por hombres encapuchados.

El jefe policiaco se mostró incrédulo ante los testimonios que escuchaba. “Son historias urbanas. No estoy desconfiando, pero yo no tengo el dato”, dijo.

Muñoz Morales mencionó que “tengo presencia casi constante” en el bordo, pero dados los señalamientos de presencia de personas sospechosas “vamos a estar más al pendiente”, pese a que el tránsito de personas migrantes por la zona ha disminuido con el término del Título 42 del Gobierno de Estados Unidos. 

Se solicitó información sobre probables avistamientos o acciones en el área para evitar presencia criminal a la Guardia Nacional, quienes han acompañado al Instituto Nacional de Migración en la custodia del bordo, sin éxito al cierre de esta edición. 

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