Juárez

Ausencia de regulación en tienditas impacta en salud de los niños

Miles de niñas, niños y adolescentes crecen consumiendo la comida chatarra que expenden en las tiendas escolares,

Luz del Carmen Sosa/
El Diario de Juárez

domingo, 20 enero 2019 | 00:32

Miles de niñas, niños y adolescentes crecen consumiendo la comida chatarra que expenden en las tiendas escolares, una de las estrategias recaudatorias más redituables que permite a las sociedades de padres y directivas escolares obtener recursos para el mantenimiento del plantel.

La “concesión” otorgada por la Subsecretaría de Educación y Deporte en la Zona Norte es de un peso diario por alumno: 172 mil 56 menores de primaria y 77 mil 110 de secundaria, de acuerdo con los datos oficiales de esta dependencia.

La ausencia de una regulación para obligar a la venta de comida saludable exclusivamente ha provocado impactos a la salud de los niños, explica Susana García Renovato, coordinadora del Programa de Nutrición y Desarrollo Infantil de la Jurisdicción Sanitaria II.

A nivel nacional, según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2016, la prevalencia combinada de sobrepeso y obesidad en la población en edad escolar, de 5-11 años, en 2016 fue 33.2 por ciento y este porcentaje se mantiene en la ciudad, asegura la especialista.

“El problema que tenemos de la comida que se vende a las escuelas es que existe un Acuerdo Nacional de Salud que regula la cantidad de porciones en los alimentos permitidos vender en las escuelas, el acuerdo viene distribuido por preescolar, primaria y secundaria y establece las cantidades por mililitros y gramos de ciertos alimentos, por esto no es una norma, es opcional para quienes quieran seguir ese acuerdo”, plantea.

“Esto impacta definitivamente en la salud de los niños y mucho, por eso es un trabajo que debemos hacer todas las instituciones porque depende de Salud, de Educación, de los padres de familia. Aquí los que menos compromiso tienen son los niños, pues su alimentación depende del adulto y ellos aprenden de lo que ven y los ejemplos que damos”, asegura la nutrióloga.

Para García Renovato alimentar a los niños con comida saludable debe ser un trabajo compartido para combatir el problema del sobrepeso y la obesidad infantil.

Sin embargo, el negocio que representa para las escuelas la renta de cooperativas escolares es el principal obstáculo para imponer una alimentación sana, dicen nutriólogas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS)

Desde el semestre pasado la nutrióloga Sanjuana Anette Frayre, del IMSS advirtió que los planteles educativos de nivel básico deberín regresar al plan de “Lonchera Saludable” y evitar la venta de comida chatarra dentro de las escuelas, al exponer que un alto porcentaje de sus pacientes son alumnos de preescolar, primaria y secundaria que padecen sobrepeso.

“Tenemos problemas como la obesidad, es el primer impacto que padecen los niños que consumen productos chatarra que se comercializan en las escuelas del nivel básico”, explicaba.

“En las escuelas no se ha aplicado completamente el programa de ‘Lonchera Saludable’ que en años anteriores tuvo mucho auge”, refería.

El Diario ha documentado la comercialización de frituras, refrescos, burritos y dulces. En los puestos no ofertan fruta o verduras como pepino o jícama, sólo dulces, papas, churritos y muchos productos con exceso de sal, chile en polvo e irritantes.

El estado de salud actual del total de los estudiantes del nivel básico que consumen los productos chatarra aún es desconocido por las autoridades educativas, pese a que el pasado mes de septiembre arrancó un programa para medir a las niñas y niños de preescolar y primaria.

El objetivo es conocer peso, talla y estatura,  por lo que se entregaron equipos - una báscula, un estadímetro infantil y una cinta de medir, a planteles educativos de los subsistemas federal y estatal, para iniciar con la medición.

Los datos por niña y niño, salón y escuela de la Zona Norte serán concentrados en la ciudad de Chihuahua y posteriormente a nivel nacional.

La información obtenida buscaría incidir en nuevas políticas públicas en materia de salud para la población estudiantil.

Poco saludable

La misma encuesta de salud reveló que el índice de obesidad subió 4 por ciento entre los adolescentes y jóvenes ubicados en el rango de los 12 y 19 años en los últimos cuatro años.

Pero también reveló que respecto a la diversidad de la dieta de los escolares, se observaron bajas proporciones de consumidores regulares de grupos de alimentos asociados con mejores niveles de salud.

Por ejemplo sólo el 22.6 por ciento consumen regularmente verduras, 45.7 por ciento comen frutas y 60.7 porciento comen leguminosas.

En cambio se observó un elevado consumo de alimentos que aumenta los riesgos de obesidad o enfermedades crónicas: 81.5 por ciento consumen regularmente bebidas azucaradas no lácteas, 61.9 por ciento botanas, dulces y postres y 53.4 por ciento cereales dulces.

Y mucho de este consumo se realiza en las escuelas que carecen de una regulación o verificación de las autoridades competentes como Secretaría de Salud y la Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COESPRIS) a los alimentos, bebidas y otros productos que expenden las “tienditas escolares”.

 Jesús Darío Cárdenas Monárrez, coordinador regional de COESPRIS-Juárez, explicaba anteriormente que son los directivos los que deben regular la venta de los productos aptos para los estudiantes, sin embargo, ante la falta de supervisión se desconoce qué expenden. (Luz del Carmen Sosa)

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