Diario
Internacional
lunes, 01 julio 2019 | 17:00
Washington.- Stephanie Grisham, la nueva secretaria de Prensa de la Casa Blanca, regresó de la Zona Desmilitarizada con un moretón en el brazo después que tuvo que empujar físicamente a los oficiales norcoreanos para dejar pasar a los periodistas estadounidenses que iban a cubrir la reunión del presidente Trump con el líder norcoreano, Kim Jong-un.
En un video en donde se muestra el enfrentamiento, Grisham se ve --- con un iPhone en la mano --- interponiendo su cuerpo entre un barandal y un grupo de hombres que abarrotaron un pasillo.
“Entren”, le ordenó a un grupo de periodistas mientras detenía a los norcoreanos, abriéndole paso a los periodistas.
Grisham logró debutar en su trabajo luchando, físicamente, para que la prensa tuviera acceso, lo cual ofreció un profundo contraste con la manera en que Sean Spicer, el primer secretario de Prensa de Trump, se presentó ante el mundo cuando asumió el mismo puesto.
Ataviado con un traje que no le quedaba bien, Spicer estuvo de pie en el atril de la Casa Blanca y declaró falsamente que los asistentes a la inauguración de Trump había sido “la audiencia más grande que haya habido en una ceremonia de ese tipo, tanto en persona como alrededor del mundo”.
Luego, se alejó sin responder a las preguntas.
Sarah Huckabee Sanders, quien sucedió a Spicer en ese puesto, fue mejor conocida por eliminar gradualmente la conferencia de prensa diaria de la Casa Blanca, ya que pasaron más de 100 días sin que hubiera una conferencia cuando abandonó el edificio la semana pasada, y por suspenderle la credencial de prensa de un corresponsal de la televisión en la Casa Blanca, Jim Acosta de CNN, quien hizo enojar al presidente.
Posteriormente, un juez ordenó que se le reinstalara la credencial.