Diario
Internacional
lunes, 28 octubre 2019 | 08:23
Washington DC.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, complicó el operativo contra el líder del Estado Islámico (EI), Abu Bakr al-Baghdadi, quien se suicidó el sábado tras ser perseguido por los comandos estadounidenses, indicaron oficiales de inteligencia, militares y antiterroristas de Estados Unidos.
Durante meses, los funcionarios de inteligencia mantuvieron a Trump al tanto de lo que él había establecido como una prioridad para su Gobierno: la búsqueda de Al-Baghdadi, el terrorista más buscado del mundo.
La muerte de Al-Baghdadi en la redada del sábado, dijeron, ocurrió en gran medida a pesar de las acciones de Trump y no por ellas.
El mandatario, señaló que sabía que la Agencia Central de Inteligencia (CIA, en inglés) y los comandos de Operaciones Especiales trabajaban en ubicar al líder del Estado Islámico, cuando ordenó a las tropas de Estados Unidos retirarse del norte de Siria a principios de este mes, lo que mermó la operación.
No está claro qué tanto consideró Trump los reportes de la ubicación de Al-Baghdadi cuando tomó la decisión de retirar las tropas estadounidenses durante una llamada telefónica el 6 de octubre con el Presidente Recep Tayyip Erdogan de Turquía.
Lo que está claro, dijeron funcionarios militares, es que puso a los comandantes en el terreno bajo una presión aún mayor para llevar a cabo la complicada operación.
La medida del presidente interrumpió la meticulosa planificación en curso y obligó a los funcionarios del Pentágono a acelerar el plan hacia un arriesgado ataque nocturno antes de que perdieran su capacidad para controlar tropas, espías y aviones de reconocimiento, precisaron las autoridades.
Además, mencionaron que los kurdos brindaron información a la CIA sobre la ubicación del líder del EI, quien se suicidó con un chaleco de explosivos al final de un túnel junto con tres niños, incluso después de que Washington ordenara el retiro de sus tropas.