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Agencia Reforma
Ciudad de México.- Entre 8 y 10 por ciento de las emisiones globales de efecto invernadero están vinculadas al desperdicio de la comida, de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas.
Por ejemplo, solo en Estados Unidos, la producción de alimentos desperdiciados genera el equivalente en emisiones de gases de efecto invernadero a 43 millones de automóviles, según el Foro Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés).
La generación de emisiones en la producción de alimentos puede ir desde el uso de la maquinaria requerida en el campo (tractores), hasta la energía demandada en una fábrica durante la industrialización de algún grano, vegetal, fruta o cárnico.
Lo mismo sucede con el agua para la producción de alimentos.
Para obtener un kilo de azúcar refinada de caña se requieren alrededor de mil 500 litros de agua y cuesta alrededor de 21 mil litros de agua producir un kilo de café tostado, ejemplificó la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
"Cuando desperdiciamos alimentos, también desperdiciamos toda la energía y el agua que se requieren para cultivarlos, cosecharlos, transportarlos y empacarlos".
"Y si los alimentos llegan a parar en el vertedero y se pudren, producen metano, un gas de efecto invernadero aún más potente que el dióxido de carbono", refirió el WWF en su artículo 'Lucha contra el cambio climático evitando el desperdicio de alimentos'.
El "Índice de desperdicios de alimentos 2021" del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), indica que en México el desperdicio por persona es de 94 kilos.
En otro país latinoamericano como Colombia se desechan 70 kilos por persona.
Un tercio de toda la comida producida en el mundo se desperdicia, lo cual equivale a alrededor mil 300 millones de toneladas de frutas, verduras, carne, lácteos, mariscos y granos; va desde los granos que no se consiguen terminar su proceso de producción o lo que se tira en restaurantes, supermercados o en los hogares, detalló el WWF.