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Estados Unidos
lunes, 01 noviembre 2021 | 13:18
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Nueva York— Cuando 420 trabajadores de la planta embotelladora de bebidas espirituosas Heaven Hill, cerca de Louisville, se declararon en huelga en septiembre, se sintieron frustrados de que el contrato propuesto por la empresa pudiera reducir el pago de horas extras. Muchos habían obtenido ingresos adicionales trabajando los siete días de la semana durante la pandemia.
“Éramos esenciales”, dijo Leslie Glazar, secretaria de actas del sindicato local que representa a los trabajadores de las bebidas espirituosas. “Siguieron predicando: 'Tú nos ayudas a superar eso, haremos que valga la pena tu tiempo'. Pero pasamos de héroes a significar cero".
La reciente huelga en Heaven Hill, que terminó a fines de octubre después de que la compañía suavizó su propuesta de horas extras, parece reflejar el momento actual: impulsado por la escasez de mano de obra y suministros que dejan a los empleadores más vulnerables y frustrados por lo que consideran un trato injusto durante la pandemia, los trabajadores están luchando por un mejor trato.
Los datos recopilados por la Escuela de Relaciones Industriales y Laborales de la Universidad de Cornell, muestran que el número de trabajadores en huelga aumentó en octubre, a más de 25 mil, frente a un promedio de alrededor de 10 mil en los tres meses anteriores.
“La influencia del mercado laboral y el hecho de que los trabajadores hayan pasado por condiciones de trabajo increíblemente difíciles durante el último año y medio con la pandemia, se combinan para explicar gran parte de este activismo laboral ahora”, dijo Johnnie Kallas, estudiante y director del proyecto de Labor Action Tracker de Cornell.
Las grandes empresas siguen teniendo un poder considerable y no está claro que las recientes acciones laborales apunten a una nueva era de huelgas generalizadas. Muchos trabajadores que se acercaban a una huelga parecen haberse alejado del abismo, incluidos 60 mil trabajadores de producción de cine y televisión, cuya amenaza de huelga se desactivó al menos temporalmente cuando su sindicato llegó a acuerdos provisionales con los estudios de producción. E incluso duplicar o triplicar la actividad de huelga quedaría muy por debajo de los niveles habituales en las décadas de 1960 y 1970.
Pero la recuperación económica irregular de la pandemia ha erosionado las ventajas de la administración. Los empleadores tienen dificultades inusuales para cubrir puestos de trabajo: este verano, el Departamento de Trabajo registró el mayor número de puestos vacantes desde que comenzó a mantener esos datos en 2000. Y para algunas empresas, las interrupciones de la cadena de suministro han afectado los resultados.
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