Sentencian a hombre a 650 años de prisión por crímenes sexuales

Nueva York.- Durante décadas, la policía del Condado Shelby en Indiana no pudo identificar al hombre que irrumpía de noche en las casas, armado con una navaja o arma, despertaba a sus víctimas y luego las ataba y torturaba sexualmente. Usualmente se disfrazaba con un saco abultado y se cubría el rostro con un pasamontañas o mallas.

Luego, en el 2020, 35 años después de su último ataque conocido en el Condado, los investigadores finalmente pudieron identificar al atacante como Steven Ray Hessler, y lo arrestaron.

La fiscalía dio a conocer que lo pudieron lograr cuando se extrajo el ADN del sobre de una factura del servicio de agua potable que Hessler había lamido y era acorde al ADN que dejó en la escena de su último crimen cometido en el Condado, el 17 de agosto de 1985.

El viernes, Hessler de 59 años, fue sentenciado a 650 años de prisión. La sentencia ocurrió un mes después de que un jurado condenó a Hessler de dos cargos de violación, seis cargos por conducta desviada ilegal, siete cargos de robo domiciliario que terminó con lesiones corporales a su víctima, tres cargos de conducta criminal desviada y un cargo por robo.

James B. Landwerlen, fiscal del Condado Shelby, situado al sureste de Indianapolis, comentó que del 14 de agosto de 1982 al 17 de agosto de 1985, Hessler atacó brutalmente a 10 víctimas, 10 mujeres, una adolescente de 16 años y dos hombres, incluyendo un ex marino a quien esposó, maniató y golpeó con un arma, dejándolo en coma durante meses.

“Steven Ray Hessler es uno de los depredadores más malvados, peligrosos y sádicos que he tenido el placer de procesar en una carrera de más de 30 años", comentó Landwerlen a través de un comunicado.

Landwerlen reconoció el valor de las víctimas por testificar algunos de los tormentos que soportaron a manos de Hessler.  “Esos ataques han tenido un profundo impacto en sus vidas, viviendo en un recurrente estado de temor”, dijo al describir a las víctimas de Hessler.

Hessler planea apelar su condena, de acuerdo con su abogado, Bryan L. Cook, quien criticó la investigación.

Investigadores catearon la casa de Hessler el 17 de agosto del 2020, exactamente 35 años después de su último ataque y encontraron más evidencia que lo vincula a los ataques, incluyendo fotografías que fueron robadas a víctimas, sacos con pasamontañas en los bolsillos y esposas.