Se reúne Biden con Macron en medio de crecientes tensiones transatlánticas

Washington.- En una reunión con la secretaria del Tesoro, Janet L. Yellen, en Bali, Indonesia, el mes pasado, el ministro de Finanzas francés, Bruno Le Maire, planteó objeciones sobre el plan de la administración de Biden para impulsar la industria de energía limpia de Estados Unidos a través de subsidios y otro trato preferencial para los fabricantes de automóviles estadounidenses que fabrican vehículos eléctricos.

Le Maire dejó en claro que Francia, un aliado clave de Estados Unidos, vio la política como un movimiento proteccionista que beneficiaría a Estados Unidos a expensas de la economía de su nación y su industria automotriz. No estaba solo en sus preocupaciones.

El plan "Hecho en Estados Unidos" del presidente Biden ha alimentado la ira en toda Europa en un momento crítico, mientras Estados Unidos intenta mantener a sus aliados occidentales alineados contra la guerra de Rusia en Ucrania. Los aliados que son críticos para apoyar a Biden en esa lucha acusan cada vez más a Estados Unidos de socavarlos a expensas de las prioridades internas.

Esas frustraciones han empañado lo que había sido un esfuerzo transatlántico para privar al presidente Vladimir V. Putin de los ingresos del petróleo necesarios para alimentar su guerra en Ucrania. Una prohibición europea inminente sobre el petróleo ruso llevó a la administración de Biden a impulsar una solución que permitiría que los suministros críticos continuaran fluyendo para evitar un aumento en los precios mundiales del petróleo. Los funcionarios europeos acordaron a regañadientes a principios de este año adoptar un plan estadounidense que impondría un tope sobre cuánto podría ganar Rusia por cada barril que vende.

Pero determinar ese precio ha dividido a la Unión Europea, dejando el tema en el limbo solo unos días antes de que el embargo entre en vigor. Un funcionario estadounidense rechazó el miércoles las propuestas de tope de precios mínimos que algunas naciones europeas han estado lanzando y argumentó que un tope que cae entre 60 y 70 dólares por barril representaría una reducción significativa en los ingresos rusos. Se espera que el Grupo de las 7 naciones finalice un tope en el precio del petróleo ruso antes de la prohibición del 5 de diciembre por parte de la Unión Europea.

La frustración con Estados Unidos se ha ido acumulando desde este verano, cuando Biden firmó dos proyectos de ley destinados a ayudar a la industria estadounidense. La Ley de Reducción de la Inflación, una ley climática y energética en expansión, ofrece incentivos para apoyar la industria de vehículos eléctricos de Estados Unidos y la Ley CHIPS contiene 52 mil millones de dólares en subsidios y créditos fiscales para cualquier fabricante global de chips que decida establecer nuevas operaciones o expandir las existentes en Estados Unidos. En particular, los funcionarios europeos consideran que la Ley de Reducción de la Inflación pone en desventaja a sus empresas nacionales.

Abordar esas preocupaciones y comprender la intención de la ley es importante “para que mantengamos lazos muy fuertes entre Francia, Europa y los Estados Unidos”, dijo Le Maire a Yellen antes de la reunión del Grupo de los 20 líderes del mes pasado en Bali.