Diario
Estados Unidos
lunes, 15 julio 2019 | 19:02
Estados Unidos— La administración de Trump retendrá fondos de la agencia de las Naciones Unidas centrada en la atención de salud reproductiva y materna por tercer año consecutivo, aunque los críticos y legisladores dicen que la decisión afectará a las mujeres y niños vulnerables, socavará los intereses de los Estados Unidos y no se basa en evidencia.
El secretario de Estado Michael Pompeo autorizó la medida para recortar $ 32.5 millones en fondos a la agencia para sus operaciones principales que abordan la muerte materna, la mutilación genital femenina, el matrimonio infantil y la violencia de género y que satisfacen las necesidades de planificación familiar.
La decisión de Pompeo también niega al Fondo de Población de la ONU, conocido como UNFPA, cualquier financiamiento de los Estados Unidos para operaciones humanitarias de emergencia en lugares como Venezuela y Siria, un apoyo que ha ascendido a $ 36 millones en administraciones anteriores.
Practicas coercitivas
Un portavoz del Departamento de Estado dijo que Pompeo tomó la decisión porque había determinado que la agencia de la ONU "apoya o participa en la gestión o un programa de aborto coercitivo o esterilización involuntaria" en China.
El UNFPA, los legisladores y los defensores dicen que simplemente no es cierto.
La agencia no administra ni financia ningún programa en China y trabaja solo en la orientación de políticas, con miras a cambiar las prácticas chinas como el aborto selectivo por sexo, dicen los funcionarios del UNFPA. Añaden que desde que Estados Unidos aprobó su programa para China en 2015, ningún funcionario de la administración de Trump ha venido a visitarlo o inspeccionarlo, lo que plantea dudas sobre la base de la decisión de Pompeo.
"El gobierno de Trump no debe inventar excusas para retirar fondos del UNFPA, especialmente cuando el trabajo vital que salva vidas está en riesgo", dijo la senadora Jeanne Shaheen, una demócrata de New Hampshire que participa en el comité de relaciones exteriores.
Los recortes del UNFPA son parte de un rechazo más amplio de la administración de Trump contra la salud reproductiva, anotaron Shaheen y otros senadores en una carta dirigida a los apropiadores del Congreso. La administración también ha expandido drásticamente una política destinada a privar a los grupos de ayuda internacional de fondos si discuten o practican abortos, reduciendo la ayuda para todos sus programas de salud, desde nutrición hasta tuberculosis, si lo hacen.