Reabrirá Cayo Hueso, aunque demasiado tarde para algunos

Cayo Hueso, Florida— Heather Schrater se encuentra todos los días en la puerta principal del restaurante Two Friends Patio, a un lado de botellas de desinfectante para manos y de un termómetro automático que usa para revisar la temperatura de los clientes.

Las mesas han sido desinfectadas y reacomodadas para asegurar la distancia social, aunque en estos días, el restaurante ha estado usualmente vacío. En el exterior, las canciones de Jimmy Buffett que normalmente permeaban el aire de Key West han sido reemplazadas con el constante ruido de unas máquinas para asfalto --- ya que resulta que no hay mejor momento que una pandemia para repavimentar las desiertas calles.

Las afectaciones después de dos meses de cierres por el coronavirus son visibles: alrededor de la cuadra, muchos escaparates de tiendas en la Calle Duval, en donde no se ve ningún turista, están cubiertas con papel de color café.

Otros negocios al detalle han colocado anuncios escritos a mano: “Estamos rematando todo!”.

Después de casi dos meses en donde el único acceso a las calles cerradas era a través de puntos de revisión, Florida Keys reabrirán este 1 de junio a los visitantes, según anunciaron oficiales el domingo por la noche.

Para detener la propagación del virus en las ciudades más afectadas que se ubican más al norte, el archipiélago del sur de Florida ha sido bloqueado desde finales de marzo a cualquier persona que no trabaje o viva allí.

Le ordenaron cerrar a los hoteles y los pasajeros que llegaban al aeropuerto eran revisados y mantenidos en cuarentena durante dos semanas. Las medidas de aislamiento fueron de las más estrictas en el país.

Esas medidas funcionaron: en los Keys sólo se han registrado 100 casos de Covid y ha habido tres muertes, los tres condados situados en el norte que constituyen el sur de Florida --- Miami-Dade, Broward y Palm Beach --- han tenido más de 25 mil casos y 1 mil muertes.

Aunque los oficiales están haciendo los preparativos para levantar los cierres y abrir el paso a los turistas, sin embargo, hay poco acuerdo sobre lo que sería mejor.

Los críticos están preocupados porque las consecuencias van a ser severas y otros dicen que el precio económico que se pagó ha sido demasiado alto. Mientras tanto, los dueños de negocios cada vez están más desesperados.