Pueblo de Puerto Rico deja sentir su fuerza

San Juan— La isla se vistió de fiesta. Las cazuelas y los claxons de los automóviles sonaron a tope, los fuegos artificiales iluminaron el cielo, y las miles de personas aglutinadas en las calles bailaron, lloraron y gritaron de felicidad con reggaetón de fondo.

Puerto Rico se unió bajo un sólo reclamo y cambió su historia: el gobernador Ricardo Rosselló renunció y dejará el cargo el 2 de agosto.

"Por primera vez desde hace mucho tiempo no se sentía esa fuerza del boricua para lograr un objetivo, de mi pueblo unido, y pues eso me hace sentir demasiado orgullosa, yo he llorado muchísimo de la euforia, de la emoción; ha sido brutal", expresó a Reforma la puertorriqueña Ilén Candelario, de 25 años y artista independiente.

"Estamos tan acostumbrados a perder todas las batallas contra el Gobierno, y estamos tan acostumbrados al atropello y al abuso por parte del Estado que ganar esta batalla de verdad que se ha significado mucho para mí como activista y para el pueblo puertorriqueño en general", apuntó, por su parte, Aliana Bigio, de 21 años y creadora de Con-Sentimiento, una página en Instagram para abordar temas feministas y desde donde se convocaron a marchas contra Rosselló.

Más de medio millón de ciudadanos, según cálculos de organizaciones, salieron a las calles durante 12 días consecutivos para exigir la renuncia del gobernador y expresar su rechazo al esquema de corrupción en el Gobierno.

La gota que derramó el vaso fue la publicación de 889 páginas de chats filtrados, el pasado 13 de julio, en los que el mandatario y varios de sus asesores intercambiaron mensajes homófobos, sexistas y denigrantes, e incluso se burlaron de las víctimas del huracán "María" que devastó la isla en 2017.

Se preveía que el gobernador anunciara su renuncia alrededor de las 17:00 horas del miércoles. Sin embargo, fue hasta la medianoche cuando anunció su dimisión.

"En el mensaje no habló de responsabilidad si no simplemente habló de unos supuestos logros", sostuvo Bigio.

Las protestas vividas en los últimos días suceden además a diversos casos de corrupción que se han ido destapando en la isla, el último de ellos ocurrió tan sólo semanas antes de la filtración de los polémicos chats.

Un juez federal acusó a varios exfuncionarios y contratistas del Gobierno de conspirar para cometer fraude, robo y lavado de dinero. Entre ellos, la exsecretaria de Educación Julia Keleher y la exjefa de la Administración de Seguros de Salud Ángela Ávila, ambas arrestadas por el FBI el 10 de julio.

Bajo el mandato de Keleher se cerraron cientos de escuelas con el argumento de la falta de recursos.

Sin embargo, lo que generó mayor indignación, a decir de los propios puertorriqueños, fue el manejo de fondos públicos tras el huracán "María" por parte Unidos por Puerto Rico, la organización sin fines de lucro creada por la Primera Dama, Beatriz Rosselló, y las burlas hacia las víctimas escritas en el chat.

En la conversación, uno de los colaboradores de Rosselló bromeó acerca de usar el exceso de cuerpos en las morgues como carnada para los enemigos del Gobierno: "¿No tenemos algunos cadáveres para alimentar a nuestros cuervos?".

"Creo que lo que más tocó las fibras de la gente fueron las burlas relacionadas a los cadáveres tras el huracán 'María', creo que eso fue el denominador común que obviamente todavía como sociedad nos duele muchísimo lo ocurrido y creo que la reacción mayoritaria de la gente es de rechazo total, de pérdida de confianza y por tanto de pérdida de legitimidad", indicó Melody Fonseca, doctora en el departamento de Ciencia Política de la Universidad de Puerto Rico.

"Era el momento en el que más vulnerables fuimos como país (...), mucha gente murió de hambre, otros tantos murieron sofocados (...). Se estiman en 4 mil 645 las muertes, pero se cree que podrían haber sido más y el Gobernador sólo quiso reconocer 64, y ahora vemos por qué, porque muchas de ellas pudieron haber sido evitadas", abundó Bigio.

Ahora, pese a que Puerto Rico ganó una de sus batallas, se prepara para la siguiente. La sucesora de Rosselló, la Secretaria de Justicia, Wanda Vásquez, está señalada por ser coautora y encubridora de varios esquemas de corrupción, algunos relacionados con el manejo de la crisis por el huracán.

"Es importante resaltar que todavía la gente hoy está en la calle porque sabemos que el problema no comenzó ni termina con él (Rosselló), el problema es mucho más grande que él, es un problema sistemático, hay muchísimos funcionarios del Gobierno que son igual de corruptos (como Vásquez)", apuntó Bigio.

Los ciudadanos están conscientes de que les toca seguir ejerciendo presión para el rendimiento de cuentas.

La isla se encuentra desde hace ya más de una década en una grave crisis económica, lo que llevó a que, en 2017, Rosselló declarara al territorio en quiebra con el fin de reestructurar una deuda de más de 70 mil millones de dólares.

"Como pueblo pensamos seguir en la calle y abogando por lo que creemos que es correcto. Ahora mismo el reclamo más grande del pueblo es que se audite la deuda para que podamos seguir desenmascarando a todas esas personas que nos han hecho tanto daño y que nos han puesto en una situación totalmente precaria", sostuvo Bigio.