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Estados Unidos
viernes, 22 marzo 2024 | 21:56
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Nueva York.- Pasajeros que iban a bordo de un avión de Alaska Airlines que hicieron un aterrizaje de emergencia después que se desprendió un panel del fuselaje en este año, empezaron a recibir cartas del FBI identificándolos como posibles víctimas de un delito.
Las cartas son un indicio de que está ampliándose la investigación penal que el Departamento de Justicia abrió contra Boeing, fabricante del jet 737 Max 9.
La carta dice que el incidente está siendo investigado penalmente por el FBI aunque agrega que esa indagatoria puede ser larga y que “por varias razones no podemos decirles cuánto avance lleva en este momento”.
El panel del vuelo, que transportaba a 171 pasajeros y seis miembros de la tripulación, se desprendió a una altitud de 16 mil pies, poco después que el avión despegó del aeropuerto de Portland, Oregon, a principios de enero.
El Consejo Nacional de Seguridad en el Transporte dijo en un reporte preliminar que el panel, conocido como puerta clavija y utilizado para llenar el espacio que ocuparía una puerta de salida de emergencia si el avión hubiera incluido más asientos, le faltaban cuatro tornillos para mantenerla en su lugar.
Mark Lindquist, abogado de algunos pasajeros, dijo que sus clientes recibieron con agrado la investigación.
Esta indagatoria forma parte de un creciente número de problemas para Boeing, que incluye una reciente auditoría de la Administración Federal de Aviación que encontró problemas en su proceso de manufactura.
El Departamento de Justicia también está revisando un acuerdo del 2021 de un cargo penal contra la empresa derivada de un accidente letal relacionado con sus aviones Max 8.
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