Más de 900 personas han sido acusadas penalmente por ataque al Capitolio

Nueva York.— Aun cuando el Comité Selecto de la Cámara se preparó este lunes para recomendar cargos penales en relación con una serie de intentos para anular la elección del 2020, el Departamento de Justicia no ha cedido en su propia investigación sobre la culminación de esos esfuerzos: el ataque al Capitolio ocurrido el 6 de enero del 2021.

La investigación sobre el ataque al Capitolio es la investigación criminal más grande en la historia del Departamento, que no ha mostrado señales de dejar de hacerlo.

Más de 900 personas, de casi todos los estados, están enfrentando cargos actualmente y la fiscalía ha indicado que cientos de casos podrían ser presentados.

Aunque la mayoría de los cargos presentados han sido por ofensas leves como una conducta desordenada o por desfilar ilegalmente en el Capitolio, más de 280 personas han sido acusadas de atacar o resistirse a la policía, incluyendo unas 100 personas que están enfrentando cargos adicionales por usar un arma letal o peligrosa o por causar lesiones corporales a oficiales.

Además, 290 personas que han sido acusadas de obstruir un procedimiento oficial en el Congreso —el cargo que han utilizado los fiscales para describir la manera como la muchedumbre interrumpió la certificación de la elección que estaba ocurriendo en el Capitolio el 6 de enero.

La semana pasada, a una corte federal de apelaciones le pidieron que desechara el cargo en todos los casos por abogados de la defensa que aseguran que fue utilizado inadecuadamente.

Casi 40 acusados han ido a juicio en casos relacionados con el 6 de enero y sólo uno de ellos —un ex contratista del gobierno de Nuevo México, ha sido totalmente exonerado.

Todos los juicios se han hecho en una Corte Federal de Distrito en Washington, desde donde se puede ver el edificio del Capitolio.

En el juicio más prominente hasta ahora, Stewart Rhodes, el líder de la milicia Oath Keepers, fue condenado junto con uno de sus subalternos de conspiración para cometer una sedición.

Las sentencias que aplicaron los jueces en los casos han variado ampliamente. Muchos, si no es que la mayoría de las personas que fueron acusadas por delitos leves y se han declarado culpables, no han sido encarcelados.

La sentencia más severa hasta ahora —10 años en prisión— fue aplicada a un ex policía de la Ciudad de Nueva York que utilizó un asta de metal contra un oficial de Washington durante el ataque.