Ivanka Trump pone a prueba sus habilidades diplomáticas y atrae a una legión de críticos

En medio de un tenso e inquietante silencio en las montañas plagadas de minas terrestres que separan a Corea del Sur de Corea del Norte, la Zona Desmilitarizada puede ser el lugar de negociación de mayor envergadura en la Tierra. Es el tipo de lugar donde no se puede cometer ni un solo error, por pequeño que este sea.

Y uno pensaría que sería el último lugar donde a Ivanka Trump se le ocurriría probar su suerte en el arte de gobernar.

El domingo, Ivanka Trump, la hija mayor del presidente, aprovechó una reunión improvisada entre su padre y Kim Jong-un, líder de Corea del Norte, para asumir el papel de portavoz no oficial e incipiente diplomática de la administración de Trump. Con su esposo, el consejero principal Jared Kushner, a su lado, la hija de Trump dio entrevistas a los noticieros, posó para fotos y asistió a una reunión a puerta cerrada entre su padre y Kim.

Al comienzo del día, Ivanka repitió lo que su padre a menudo había dicho sobre lo acordado con Corea del Norte: país que estaría libre de severas sanciones y listo para un auge económico si Kim desmantela su programa nuclear. La escasa evidencia sugiere que Jong-un está tomando las medidas necesarias para hacer esto, pero el domingo, dos miembros de la familia Trump lo recompensaron con una visita.

“Estamos a punto de marcar el comienzo de una posible época dorada para la Península Coreana”, dijo Ivanka Trump a Bloomberg News, horas antes del histórico momento en el que su padre cruzaría la frontera para entrar al territorio de Corea del Norte. Pero cuando salió de la reunión a puerta cerrada entre los líderes, horas después, solo tenía una palabra para los periodistas sobre su encuentro con Kim.

Ella se refirió a la reunión como “surrealista”.

Otros se refirieron a ello como inapropiado.

“Ivanka Trump no está en el Consejo de Seguridad Nacional, no es una asesora sobre los temas que se están discutiendo”, dijo Michael A. McFaul, un embajador en Rusia bajo el presidente Barack Obama, sobre la presencia de la hija de Trump. “Por lo tanto, su presencia socava el aspecto profesional de la delegación de Trump, ante otros países y profesionistas de seguridad nacional en la administración de Trump”.